La Casa Blanca suspende los vuelos de mercancías con, Líbano y propone un boicoteo internacional al aeropuerto de Beirut
El presidente de EE UU, Ronald Reagan, ha elegido una respuesta a largo plazo contra el terrorismo, que incluye medidas preventivas y una campaña internacional contra sus raíces en vez de represalias militares contra los secuestradores shiíes, informaron ayer fuentes de la Administración. Por el momento, la Administración estadounidense ha decidido suspender los derechos de vuelo de la compañía aérea libanesa Middle East Airlines en Estados Unidos y el transporte de mercancías entre los dos países.
El secretario de Estado, George Shultz, había advertido ayer que debía cerrarse al tráfico internacional el aeropuerto de Beirut. En este sentido, la Administración Reagan anunció también que la Casa Blanca alentará a otros Gobiernos a tomar acciones similares para boicotear el aeropuerto libanés. La Casa Blanca, además, está considerando suspender los derechos de vuelo en Estados Unidos a las compañías aéreas extranjeras que mantengan vuelos a Beirut.Reagan sugirió represalias cuando se dirigió al país después de la liberación de los 39 norteamericanos y afirmó que lucharemos contra los terroristas en Líbano y en el resto del mundo". Pero sus palabras se interpretan sobre todo como una concesión verbal a los sectores que piden acción. Personalmente, el presidente desearía hacer algo, como quedó claro cuando, antes de hablar por televisión, y con el micrófono abierto, hizo una de sus bromas afirmando que acababa de ver Rambo, una violenta película protagonizada por Sylvester Stallone, y "ya sé lo que hacer la próxima vez que ocurra una cosa de estas". Rambo, la película más taquillera en EE UU actualmente, es la historia de un veterano de Vietnam que vuelve al sureste asiático para liberar a compañeros prisioneros y mata a decenas de enemigos.
Con los rehenes en casa, Reagan vuelve a ser un héroe, los norteamericanos olvidarán rápidamente y no apoyarán durante mucho tiempo la petición de represalias, opinan funcionarios de la Administración. "Habría que insistir menos en las represalias y más en la utilización inteligente de todos los recursos con que cuenta EE UU, incluida la fuerza, de una forma consistente para enfrentarse globalmente al problema del terrorismo", precisó un alto funcionario. Se trata de trascender el incidente de Beirut y buscar una política antíterrorista más amplia, lo que para los críticos en el interior del Gobierno supone continuar la política de concesiones y debilidad que convierte a este país en un objetivo "fácil que nunca responde".
Los autores del secuestro, el grupo shií radical Hezbollah (Partido de Dios), no son vulnerables a las represalias, viven en áreas ur banas, y esto hace imposible una respuesta violenta contra ellos afirmó un miembro de la Administración. Encontrar a los secuestra dores puede ser prácticamente imposible, añadió.
El apoyo sirio
El Gobierno confía más en una estrategia que consiga el apoyo de Siria para atajar la amenaza de Hezbollah y otras facciones radicales pro iraníes, que amenazan sus intereses en Líbano y los de EE UU en la región. [A pesar de todo, Siria sigue figurando entre los países que, según EE UU, apoyan el terrorismo, según aseguró ayer el portavoz del Departamen to de Estado Bernard Kalb.]Las opciones militares pueden ser, sin embargo, parte de una res puesta más global en la que "el mundo debe unirse", como afirmó el presidente el domingo. Est campaña exigirá el apoyo de los aliados de EE UU y fue resumida por el secretario de Estado en cuatro puntos: no hacer concesiones a los terroristas, mejorar la información sobre los terroristas y sus organizaciones, medidas defensivas, y, por último, "defensas activas", que impondrían "costes" a los terroristas por sus acciones.
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