Cultura presenta hoy su valoración del legado de Miró a su viuda

BASILIO BALTASAREl director general de Bellas Artes, Dionisio Hernández Gil, visitará hoy a la viuda del pintor Joan Miró, Pilar Juncosa, en Palma de Mallorea, para comunicarle el resultado de las valoraciones de la obra artística que constituye la herencia del pintor. Esta visita supone el cumplimiento de plazo señalado por el Ministerio de Cultura para el inicio de las negociaciones con las que se formalizará el posible intercambio entre algunas obras de arte del pintor y los derechos de sucesión que la familia del artista debe abonar al Estado.

Esta operación, avalada por la importancia artística y el valor de las obras de Joan Miró, es independiente de la voluntad manifestada por Pilar Juncosa de donar al Museo del Prado, de Madrid, obras de su propiedad y conservadas en las dependencias de la Fundación Joan Miró, de Barcelona.El viaje a Palma de Hernández Gil, realizado para comunicar a Pilar Juncosa el resultado de las valoraciones de la obra artística que constituye la herencia del pintor, se produce tras el largo silencio denunciado en repetidas ocasiones por la familia, algunos de cuyos miembros dudaron en repetidas ocasiones de la oportunidad o viabilidad de un proyecto que no había obtenido por parte del Ministerio de Cultura ninguna respuesta.

Según Alfredo Melgar, amigo de la familia, editor e intermediario en los primeros contactos con el Ministerio de Cultura, "ha sido excesivo el tiempo empleado por el ministerio para decidir su participación activa en una operación claramente. ventajosa para el Patrimonio Nacional. La ilusión y la generosidad de Pilar Juncosa se enfriaron ostensiblemente después de un año de pesada espera. De todos modos creo que perfectamente puede alcanzarse un acuerdo beneficioso para todos".

Las causas que en su momento explicaron el retraso del ministerio en ofrecer una respuesta clara y rápida a las expectativas de la familia fueron de orden exclusivamente técnico. En primer lugar, la retrasada elaboración de la nueva ley del Patrimonio Histórico Español, que contempla y legaliza con criterios globales los futuros pagos de derechos de sucesión por obras de arte. Después, y quizá el que puede ser el aspecto más conflictivo, la valoración de las 120 obras que dejó Joan Miró en su estudio de Son Abrines y en el taller de Son Boter, y que constituyen la herencia del pintor.

Mercado fluctuante

Edmund Peel, responsable en España de la sucursal británica de la firma de subastas Sotheby's, encargado de realizar la valoración de estas obras por parte de la familia, manifestó la dificultad que tiene realizar una valoració de las obras de Joan Miró, al ser la cotización actualizada el exponente de un mercado fluctuante sometido a múltiples factores.

De todos modos, y según nota hecha pública por la Dirección General de Bellas Artes el pasado 22 de mayo, "el primordial deseo de los Ministerios de Hacienda y Cultura consiste en ultimar la tramitación legal teniendo presente el espíritu generoso de este gran artista y de su esposa y por lo tanto mantener e impulsar el prestigio internacional de Miró al tiempo que se favorece la difusión y el mejor conocimiento de su obra artística en nuestro país".

Con objeto de clarificar suficientemente las intenciones de Pilar Juncosa, su hermano el doctor Luis Juncosa, albacea testamentario de Joan Miró, explicó a este periódico el pasado 25 de mayo el carácter de las voluntades manifestadas en repetidas ocasiones por el artista: "Joan siempre comentó su deseo de ver obras suyas en la ciudad de Madrid y creo que el gesto generoso de Pilar -regalar al Museo del Prado la obra que ella guarda de su marido- responde plenamente a los propósitos de Joan Miró. Por otro lado", añade, "esta es una ocasión histórica para que el pueblo español disponga en su patrimonio de la obra que hasta ahora ha sido poseída tan sólo por los millonarios, que podían pagarla".

Lenta negociación

Según Alfonso Pérez Sánchez, director del Museo del Prado, quien en ningún momento consideró la lentitud de las negociaciones como negativa, la voluntad del patronato es claramente propicia al acto de donación anunciado por la viuda del pintor y a la inclusión de la obra de Joan Miró junto a los cuadros de Pablo Picasso y Juan Gris.

Alfonso Pérez Sánchez señala que él está al margen de estas negociaciones y que su participación -y la del patronato de la pinacoteca- comenzará cuando se conozca la relación de las obras que la viuda quiere destinar al museo. Si, tal como se espera, las obras elegidas son las adecuadas, se exhibirán junto a las de Picasso y Juan Gris.