El doble de la mitad

Una queja constante de los empresarios durante la última década, todavía persistente, se basa en que las empresas españolas aportan porcentualmente a la Seguridad Social el doble que sus homólogas en Europa. Esto es tan verificable como el hecho de que en los países de la CEE, las prestaciones sociales suponen, por término medio, el doble que en España.Los últimos datos comparativos de la patronal CEOE señalan que los empresarios españoles pagaban en 1980 el 74,3% de todos los gastos de la Seguridad Social española, mientras en Europa la media estaba en torno al 40%. Iban desde el 9,6% en Dinamarca al 58,8% en Italia, pasando por el 41% en Bélgica, 42,7% Alemania Occidental, 56% Francia, 25% Irlanda, 36,2% Luxemburgo, 37,1% Holanda y 33,3% el Reino Unido.

En contraste, los datos que acaba de publicar la oficina estadística de las Comunidades Europeas, referidos igualmente a 1980, indican que España dedicaba a la protección social 16,1 de cada 100 pesetas producidas cada año. Al mismo tiempo, Europa estaba por encima del 25%: desde el 21,4% del Reino Unido hasta el 30,4% de Holanda.

Desde entonces ha crecido en todos los países uno o dos puntos, y hasta tres en Luxemburgo (del 26% al 29,1% hasta finales de 1982). Unas y otras cifras incluyen protección al desempleo, al que los empresarios contribuyen menos en España.

Por las actuales normas sobre pensiones, casi 7,6 de cada 100 pesetas producidas van a pensionistas. El estudio en que se ha basado la reforma apuntaba que, si todo sigue así, esas 7,6 pesetas pasarían a 9,8 en 1993. Es decir, que el aumento del gasto en pensiones sólo podría ser cubierto con todo el valor del crecimiento económico de un año como el pasado.

Sin embargo, el mantener la tendencia de los últimos años a una menor presión de las cotizaciones de empresarios y trabajadores bajaría la aportación de éstas en un punto. En conclusion: el Estado debería poner adicionalmente las 2,2 pesetas de cada 100 producidas en que aumentarán los gastos y la peseta restante de menores cuotas empresariales. Los técnicos de la Seguridad Social llaman a esto el déficit estructural.