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Ortega explica en Estocolmo los efectos del embargo contra Nicaragua

El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, llegó en la tarde de ayer a Estocolmo procedente de Finlandia, en el marco de una gira que ha comprendido varios países europeos, España entre ellos. Ortega fue recibido por el primer ministro, Olof Palme, que simultáneamente despedía al presidente del Gobierno español, Felipe González, con quien había pasado dos días de visita privada en el norte del país. Ortega inició de inmediato conversaciones con las autoridades suecas para plantear los problemas derivados del embargo económico decretado por Estados Unidos contra su país.

En Helsinki, el presidente de Nicaragua mantuvo entrevistas con su homólogo, Mauno Koivisto, así como con el primer ministro, Kalevi Sorsa. En conferencia de prensa celebrada al término de esas conversaciones, que Ortega calificó como "un éxito", el presidente de Nicaragua destacó la importancia de que países que mantienen buenas relaciones tanto con su país como con Estados Unidos -es el caso de los países nórdicos- contribuyan con sus esfuerzos a una solución pacífica de los conflictos de América Central. Al mismo tiempo dejó en claro que no espera una mediación directa de estos países frente a EE UU.

Palme, fiel aliado

El régimen sandinista ha tenido hasta ahora en Suecia a uno de sus principales apoyos. Olof Palme fue uno de los primeros jefes de Estado europeos que realizó el año pasado una visita oficial a Managua y antes lo había hecho en más de una oportunidad el secretario de Gabinete, Pierre Schori. Esa posición de Suecia no ha cambiado y tuvo oportunidad de reiterarse durante la reciente visita del presidente del Gobierno español, Felipe González, en la que la cuestión de Nicaragua, ocupó un lugar preponderante.Suecia se pronunció enfáticamente en contra del bloqueo decretado por la Administación de Ronald Reagan, y el ministro de Asuntos Exteriores de Suecia, Lennart Bodstrom, manifestó en el Parlamento que las sanciones económicas dificultan los esfuerzos de paz del Grupo de Contadora y suponen privaciones suplementarias para la población de Nicaragua, al tiempo que agregan dificultades, especialmente al sector privado, para mantener la produccion.

Algunos observadores han creído ver una mayor cautela en la posición sueca después de que el primer ministro Palme, en la conferencia de prensa conjunta mantenida con Felipe González, expresara que todavía el Gobierno no había adoptado una decisión sobre un eventual aumento de la ayuda económica y que primero quería escuchar lo que dijera Ortega. El Gobierno de Noruega, sin embargo, anunció ayer un aumento de la ayuda económica a Nicaragua, según informa la agencia Reuter desde Estocolomo.

Pero quizá más que a un cambio se atribuye la cautela de Palme a la proximidad de las elecciones que deben celebrarse en Suecia dentro de cuatro meses. La política exterior del Gobierno socialdemócrata ha sido uno de los aspectos más criticados por la oposición.

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