Nuevo intento del Gobierno de pactar con UGT y CEOE la reforma de las pensiones

El Gobierno se reunirá la próxima semana con UGT y la patronal, CEOE, en un nuevo intento de buscar respaldo de las fuerzas sociales al proyecto de ley de reforma de pensiones, aprobado en el último Consejo de Ministros, sobre el que pesa la amenaza, formulada por Nicolás Redondo, de romper la disciplina de voto del Grupo Socialista.

El proyecto de ley de reforma de pensiones fue objeto ayer de un nuevo estudio en la reunión que mantuvo el presidente del Gobierno, Felipe González, con los ministros de Economía y Trabajo, Miguel Boyer y Joaquín Almunia, respectivamente, para analizar el impacto que sobre los presupuestos tendrán las nuevas medidas.El secretario general de la Seguridad Social, Luis García de Blas, que también estuvo presente en la reunión de la Moncloa, además del anuncio de la próxima reunión con UGT y CEOE, afirmó en la tarde de ayer, según Efe, que a corto plazo no habrá nuevas reformas sobre la Seguridad Social y que la modificación de la pensión de viudedad no se llevará a cabo de momento.

Las palabras de García de Blas dan a entender que la anunciada reforma global de la Seguridad Social puede quedar reducida al recorte de pensiones contenido en el proyecto de ley aprobado por el Gobierno el pasado miércoles. Con las medidas aprobadas hasta ahora -pensiones de jubilación e invalidez-, la reforma fundamental ya está hecha, en opinión del secretario general de la Seguridad Social.

En la reunión, a la que asistió también Miguel Ángel Fernández Ordóñez, secretario de Estado de Economía y Planificación, se estudió la aportación que el Estado habría de hacer al sistema de Seguridad Social en 1986.

Los cálculos sitúan la contribución estatal en 890.000 millones, frente a los 750.000 millones del pasado año. Hace unas semanas, cálculos del Ministerio de Trabajo cifraban la aportación para 1986 en algo más de un billón de pesetas, aunque se advertía que esta cantidad previsiblemente sería menor.

El Gobierno tiene calculado que con la aplicación de las nuevas pensiones se ahorrarán 40.000 millones de pesetas en 1986. Sin embargo, el impacto de la reforma sanitaria significará un incremento del gasto de 30.000 millones.

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