Artistas españoles, a la conquista de Nueva York
La ciudad de Nueva York, emporio mítico del arte internacional durante las últimas décadas, es el escenario donde en la actualidad exhiben su obra diversos creadores plásticos españoles. Entre ellos están los seleccionados por el Chase Manhattan Bank para formar parte de su colección, una parte de los cuales constituye el núcleo de una muestra que aún continúa abierta en la sede neoyorquina de la citada institución financiera. Por otra parte, Martín Chirino ha exhibido, desde el 28 de marzo hasta el 24 de abril, una selección de sus esculturas recientes en la prestigiosa galería de Grace Borgenicht, donde simultáneamente también se ha podido contemplar un importante conjunto de cuadros de Max Beckmann.El acontecimiento más impactante en estos momentos es, sin embargo, la exposición colectiva de cinco pintores jóvenes que se inauguró oficialmente el pasado 13 de abril en la sala Artists Space, sita en el número 223 de West Broadway. La selección de los artistas y las obras correspondió al también joven y ya muy conocido pintor neoyorquino Donald Sultan, que eligió a Miquel Barceló, Ferrán García Sevilla, José María Sicilia, Menchu Lamas y Miguel Ángel Campano, representados todos ellos a través de cinco cuadros de gran formato. Antes de comentar el contenido de esta importante muestra quiero resaltar la eficaz estrategia de su planteamiento, detalle éste fundamental para poder penetrar en el duro y sofisticado mundo artístico de Nueva York, que rechaza instintivamente cualquier montaje oficial, y mucho más si ve involucrado en él la huella de los Gobiernos.
Desde este punto de vista, que la iniciativa y la selección misma hayan corrido a cargo de un artista norteamericano del prestigio de Donald Sultan y que tenga lugar en un emplazamiento como Artists Space, una sala no comercial, cuya directora ejecutiva, Linda Shearer, acaba de ser nombrada para uno de los cargos neurálgicos del MOMA, ha contribuido de manera decisiva para que la muestra española haya despertado un interés francamente sorprendente, sobre todo en una ciudad en la que, por haber casi de todo, es muy difícil llamar la atención.
Como ejemplo significativo he de señalar la presencia en la preview de personalidades norteamericanas como los artistas Robert Motherweil, Richard Artschwager o Bryan Hunt, figuras muy significadas de tres generaciones diferentes; críticos y conservadores de museos como Alanna Heiss, Robert Pincus-Witten o Gary Indiana, o, en fin, representantes de las mejores galerías como Tony Shafrazy, Blum Helman, etcétera. Estos nombres indican por sí mismos el carácter de una cita no maquillada con el auténtico corazón artístico de Nueva York.
Apoyo oficial
En este éxito no ha estado ni mucho menos ausente el apoyo oficial español, pero, por primera vez, ha sabido estar en su sitio. Quiero decir que se ha volcado en apoyar una iniciativa en absoluto oficialista, que es lo que hay que hacer, al menos en lugar tan extraordinariamente potente como Nueva York. Creo, en efecto, que en la presente ocasión los ministerios de Exteriores y de Cultura, más el Comité Conjunto Hispano-norteamericano, que han patrocinado la muestra, han realizado un excelente trabajo y, muy especialmente, Carmen Giménez, directora de Exposiciones del Ministerio de Cultura, sobre quien ha recaído la principal responsabilidad. Por lo demás, me parece de toda justicia citar aquí también los nombres de los artistas españoles residentes José Guerrero, Martín Chirino y Frederic Amat, que solidariamente acudieron a la cita y le prestaron su apoyo, así como de Aurelio, Torrente, director del MEAC, que supo que no podía faltar; de Marga Paz y, en general, de los galeristas, críticos y representantes diplomáticos españoles, cada uno de los cuales ha sabido estar a la altura de las circunstancias.
Impacto
Insisto en que las circunstancias no han podido ser más halagüeñas. Se ha conseguido el impacto, la proyección y un campo bastante expedito para los artistas jóvenes españoles en el mercado más rentable económica y estéticamente del mundo actual. Se podría afirmar al respecto, y no sin razón, que Barceló, que es ya una figura internacional consagrada y que en estos días precisamente ha llegado a un acuerdo con Andy Warhol para la realización conjunta de una serie de cuadros, no estaba necesitado de ninguna promoción. Pero ha sido un factor él mismo de apoyo, pues se le ha podido presentar como la punta del iceberg de un rico panorama español poco conocido aún.
Arte original y potente
En realidad, sin ninguna clase de apasionamiento nacionalista, el resultado de lo exhibido y la excelente presentación del catálogo que lo acompaña es verdaderamente estimulante. Los 25 grandes cuadros colgados en Artists Space ofrecen una visión del arte español último como algo original, potente, nada uniforme y de altísima calidad.Como conjunto, además, rompe con los esquemas de las imágenes estereotipadas sobre el arte español, lo que, desde mi punto de vista, ha de resultar inmediatamente beneficioso, incluso para los que ahora no están representados.
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