Una sátira que vuelve
El cianuro, ¿solo o con leche? es una obra de Juan José Alonso Millán estrenada en 1963 con un gran éxito. Estaba en una línea en la que autores, escritores y directores de cine abundaban entonces: la sátira de la España enlutada por las costumbres, las tradiciones, la rigidez, el provincianismo, bajo cuyas represiones latían ardores patológicos. En El cianuro... hay una serie de frustraciones sexuales resueltas a base de asesinatos o intentos de asesinato, que dan el tono de humor negro a una obra que, desde luego, no pretende ser de tesis, pero que contiene una crónica deformada, abultada y una crítica social envuelta por el ingenio. Alonso Millán fue prolífico, aguzó su sistema de diálogo divertido y disparatado y de situaciones desbordadas, prosiguió una crítica social desde esa guerrilla cómica y luego pasó por un largo silencio. Hoy vuelve a la ofensiva, estrena y reestrena y, dentro de este renacer, repone su Cianuro. La obra se comporta bien. No están tan lejos ni tan definitivamente extinguidas las costumbres satirizadas, e incluso hay grupos sociales que tratan denodadamente de resucitarlas; en todo caso, el ingenio, el desparpajo y la rotura de lo respetable siguen funcionando y despertando carcajadas.
El cianuro, ¿solo o con leche?
Autor: Juan José Alonso Millán (1963). Intérpretes: Gemma Cuervo, María Isbert, Teresa Tomás, Diana Salcedo, Rafael Guerrero, Gracita Morales, Vicente Parra, Jenny Liada, Miguel Caiceo, José Alvarez, Minervino de la Vega. Decorador: José Miguel Ligero. Vestuario: Pepe Marbel. Coordinador: Nino Bastida.Reposición, teatro Príncipe Gran Vía. Madrid
Interpretación
Lástima que un porcentaje elevado del ingenio se pierda en la interpretación. No es un problema de individualidades: el reparto cuenta con nombres acreditados. Es una cuestión de ritmo, de velocidad, de encabalgamiento de réplicas, de equilibrio entre todo. Hay en el público risas; podría haber muchas más si todas las frases llegaran con su fuerza original y todas las situaciones estuvieran bien explotadas.
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