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El monasterio de Sant Feliu de Guíxols será un centro cultural

El monasterio de Sant Feliu de Guíxols (Gerona), un conjunto arquitectónico declarado monumento nacional en 1933, va a ser restaurado, con el propósito de convertirlo en un centro de "captación e irradiación de cultura". Las celdas que los monjes benedictinos abandonaron hace 150 años revivirán ahora dotadas con los más modernos sistemas de transmisión de la ciencia, la cultura y las artes.

El monasterio de Sant Feliu de Guíxols constituye una muestra de arquitectura religiosa singular, ya que los edificios del conjunto fueron realizados en distintos estilos, desde el siglo X al XVIII: el románico fortificado de las Torres del Fum y del Corn, el románico claustral de la Porta Ferrada, el gótico del siglo XV de la iglesia, y el barroco de las grandes construcciones conventuales del siglo XVIII, levantadas bajo el mandato del abad Pañella.

Es esta última parte la que será objeto de reconstrucción y de adecuación al nuevo uso que las instituciones le han asignado. Desde principios del siglo pasado, en que fue abandonado por los monjes, el monasterio ha sido utilizado como sede de distintos servicios municipales y como prisión. La declaración de monumento nacional que le fue otorgada en 1933 no sirvió para que la Administración adoptara ninguna medida de protección y conservación del edificio que en la actualidad presenta un estado muy deteriorado.

Medios audiovisuales

El proyecto de restauración, que comenzará a aplicarse el próximo mes de octubre, afecta una superficie de 5.500 metros cuadrados distribuidos en cuatro plantas (bajos, dos pisos y desván). La propuesta de actuación realizada por los arquitectos Pau María Monguió y Francese Vayreda prevé respetar el carácter conventual del edificio conservando su actual distribución interior. En la planta baja quedará instalado el Museo Municipal que será objeto de ampliación y mejora y una sala de conferencias y otra de reuniones. En la primera planta, además de la Biblioteca Municipal, se instalarán aulas, despachos y almacenes. La segunda planta albergará el archivo municipal, el departamento de medios audiovisuales y hemeroteca y una vivienda para el personal de vigilancia y cuidado del edificio. En la planta superior o desván se ubicarán las 23 habitaciones, que contarán cada una con baño y una pequeña cocina.

La idea de reconstruir el monasterio y convertirlo en un "foco de captación e irradiación de cultura" nació en noviembre de 1982 tras la firma de un protocolo de colaboración entre el Ayuntamiento de Sant Feliu de Guíxols y la universidad Autónoma de Barcelona. Estas dos instituciones tendrán derecho prioritario a utilizar las instalaciones. El control de la restauración del edificio y la gestión del nuevo centro quedarán bajo la tutela de un patronato en el que estarán representados la Generalitat, la Diputación de Gerona, el Ayuntamiento y la universidad Autónoma. Para la financiación de las obras la Diputación ha dispuesto 70 millones de pesetas y el resto, todavía por determinar, será aportado por la Generalitat.

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