Sanear la cabaña ganadera madrileña en tres años costará 800 millones
La Comunidad de Madrid y el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación invertirán 800 millones de pesetas en una campaña de saneamiento ganadero en la región madrileña, que se desarrollará en el trienio 1985-1987. La cabaña de Madrid es de 80.000 cabezas de ganado vacuno, 220.000 de ganado ovino y 50.000 de caprino, aproximadamente. Este plan intentara, principalmente, erradicar la tuberculosis y la brucelosis (fiebres de Malta) en la cabaña madrileña y aumentar la rentabilidad de la cabaña mediante la prevención de otras enfermedades que merman la producción animal.
"Hay que convencer a los ganaderos de que es mejor vender salud que enfermedad", afirma Benito Cantó Díaz, director general de Producción y Desarrollo Agrario del Gobierno regional. Cantó es el responsable de ejecutar la campaña de saneamiento ganadero aprobada por el Gobierno regional de Madrid el pasado día 1 de marzo, que es de carácter obligatorio. Para su ejecución en 1985 se cuenta con un presupuesto de 165 millones de pesetas, que serán aportados por la Comunidad de Madrid, y 110 millones de pesetas que proporcionará el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.Esta campaña tiene como objetivos principales la erradicación de la tuberculosis y la brucelosis en el ganado bovino y la brucelosis en el ganado ovino y caprino. Pero también incluye acciones sanitarias de lucha y prevención contra otras; enfermedades infecciosas y parasitarias que, si no son de transmisión al hombre, perjudican gravemente al ganado en cuanto a su rentabilidad. Asimismo, el plan se desarrollará de forma que sirva para aumentar la conciencia de los ganaderos sobre la conveniencia de mantener el ganado sano, no sólo por razones de salud pública, sino económicas.
Una por una serán revisadas sanitariamente todas las cabezas de ganado de la región madrileña. En los casos en que las pruebas de diagnóstico señalen que un animal está enfermo de tuberculosis o brucelosis, será sacrificado. El ganadero percibe el valor de la carne y una indemnización por el sacrificio del animal. Ésta se establece por un baremo oficial que tiene en cuenta una serie de parámetros. Por ejemplo, una vaca lechera que obligatoriamente sea sacrificada tendrá en concepto de indemnización de 40.000 a 45.000 pesetas.
La reposición del ganado, que siempre. se deberá efectuar con ganado sano, percibirá también una subvención de 15.000 pesetas por cabeza de vacuno y 3.000 pesetas por cabeza de ovino y caprino.
El plan establece la obligatoriedad de vacunar a todas las hembras jóvenes contra la brucelosis. "No podemos correr el riesgo de contagio a causa de la manipulación de la leche en el ordeño o por imprudencia de que alguien la tome sin hervir", señala Benito Cantó Díaz, director general de Producción y Desarrollo Agrario.
Getafe, el detonante
Dentro del plan en marcha, el trabajo en Getafe -donde a finales del pasado año se produjo un brote de brucelosis que afectó a varias personas- se afrontó con carácter prioritario porque se descubrió una significativa influencia de tuberculosis y brucelosis en el ganado. La tasa de reses afectadas se estimó en un 60%. Esta tasa es considerada "muy alta" por Benito Cantó. "Sin embargo", precisa, "esta incidencia no debe ser tomada de forma alarmista por cuanto supone, como tal, focos aislados que no afectaban a todas las ganaderías. Había algunas con porcentaje cero de enfermedad".Esta situación ha sido ya controlada, según Cantó. Todo el ganado de Getafe ha sido diagnosticado y los animales enfermos se encuentran en fase de trámite para su sacrificio y de reposición por ganado sano.
En 1984, dentro del trabajo habitual de control sanitario, ya se hizo diagnóstico respecto de 12.000 cabezas de ganado vacuno y se efectuó un muestreo en la cabaña de ovino y caprino. El estudio se hizo completo en varios pueblos (El Berrueco, Guadalix de la Sierra, Pedrezuela, Majadahonda, Brunete, Quijorna, Villanueva de Perales, Navalagamella, Valdemorillo, Fresnedillas, Robledo de Chavela y Valdemaqueda), y en otros quedan algunos aspectos por completar (Colmenar Viejo, Galapagar, San Lorenzo de El Escorial, Zarzalejo, La Cabrera y Valdemoro). La experiencia ha demostrado que hay una tasa entre el 18% y el 22% de animales enfermos, lo que obliga a repetir los diagnósticos en 1985.
Este año se pretenden revisar, además, otras 30.000 cabezas de ganado vacuno y unas 80.000 cabezas de ovino y caprino. "Así seguiremos año a año, aplicando pruebas a nuevas cabezas y repasando las hechas en el año anterior, hasta conseguir una tasa del 0% o 0,5% de enfermedad. Entonces se podrán hacer revisiones por muestreo. Si en un momento determinado se advierte un foco infeccioso, hay que volver al diagnóstico por cabeza", indica el director general.
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