Descubierto en Vall de Ebo el más importante santuario de arte paleolítico de la Comunidad Valenciana

Investigadores del Centre d'Estudis Contestans de Cocentaina (Alicante) han descubierto un santuario de arte paleolítico, el único que se conoce en toda la Comunidad Valenciana, en el término municipal de 'Vall de Ebo, al norte de la provincia. Además, han localizado hasta 125 yacimientos inéditos de arte rupestre, que albergan casi 2.000 figuras de distinto tamaño. Los descubrimientos han sido catalogados como "muy importantes" por el profesor de Prehistoria de la universidad de Alicante Mauro Hernández, que también ha participado en el hallazgo y posterior estudio de las pinturas encontradas.

El trabajo del Centre d´Estudis Contestans (CEC) ha permitido descubrir el enclave más significativo de pinturas rupestres de la Comunidad Valenciana y uno de los más destacados en todo el Mediterráneo. El estudio de este centenar largo de yacimientos permite conocer todas las secuencias del desarrollo rupestre en la Comunidad Valenciana, desde el quinto hasta el tercer milenio antes de Cristo.Los primeros descubrimientos se realizaron en el año 1981, merced al trabajo de un grupo de jóvenes del CEC, coordinados por el profesor Mauro Hernández, quienes, los fines de semana, han desarrollado una labor de campo peinando numerosos barrancos de las zonas montañosas existentes en la comarca de El Comtat, L'Alcoià y La Marina Alta y Baja, definitados por un triángulo cuyos vértices son las sierras de Aitana, Benicadell, y Mariola. El descubrimiento, hasta ahora secreto, del santuario paleolítico de Vall de Ebo se produjo el pasado verano y permite datar con mayor precisión el inicio del arte rupestre de la Comunidad Valenciana ya que por primera vez aparece un ejemplo del paleolítico, según Mauro, Hernández.

Difícil acceso

El santuario de Vall de Ebo se encuentra en el interior de una cueva de difícil acceso, la Cava, Fosca, a cuyo interior se llega después de atravesar vanas gateras de unos 40 metros de profundidad y cruzar numerosas corrientes de agua. En el interior de la Cova Fosca se han encontrado unos 20 paneles de figuras de gran belleza, con problemas de conservación. La cueva ha sido cerrada la semana pasada para evitar la acción de buscadores de tesoros y se han protegido otras dos cuevas más en Vall de Ebo y Benialí, y un interesante conjunto de abrigos con pinturas rupestres en el término municipal de Castell de Castells, en el norte de la provincia de Alicante.Algunas de las pinturas descubiertas tienen entre 40 centímetros y un metro de altura. Estas pinturas podrían haberse realizado en el quinto milenio antes de Cristo. En otros yacimientos localizados, cuya ubicación se mantiene en secreto todavía, se han encontrado numerosas pinturas con motivos simbólicos, animales y figuras humanas.

Al margen del santuario de la Cova Fosca, en Vall de Ebo, ha sido localizado en Castell de Castells un conjunto de abrigos con pinturas rupestres, en una pared de casi 400 metros de altura, con una pendiente del orden de los 70 grados. Las pinturas aparecen aquí en alturas superiores a los 10 metros. Los abrigos se encuentran en la zona denominada Pla de Petracos y en el barranco de Malafí.

Uno de los principales problemas que existen en torno a los descubrimientos es la difícil protección de los yacimientos, puesto que la única ayuda oficial recibida -dos millones de pesetas- es insuficiente para cerrar el acceso del público a todos ellos.

Algunas pinturas encontradas en el año 1982 han sufrido posteriormente el ataque de personas que las querían arrancar de sus lugares y hoy están borradas o gravemente deterioradas.

En algunas partes de Vall de Gallinera se han conocido casos de expolio en los que arqueólogos furtivos han utilizado hasta detectores de metales para hacer excavaciones clandestinas que han afectado a yacimientos descubiertos en estos últimos años.

Las investigaciones del Centre d'Estudis Contestans serán recogidas en una publicación que podría editar la Diputación Provincial, aunque un avance de parte de las mismas fue presentado al Congreso de Estudios Arqueológicos celebrado en Salamanca hace dos años.