_
_
_
_
_
Comienza la Berlinale

Jean-Luc Godard: "En 'je vous salue Marie' he querido hablar de lo eterno de lo femenino"

La 35º edición de la Berlinale comienza hoy en Berlin Oeste. El festival cinematográfico dedicará su sección retrospectiva a los efectos especiales desde el comienzo del cine. Una de las películas esperadas es Je vous salue Marie, de Jean-Luc Godard. El cineasta es el pirimero en extrañarse de la polémica que ha levantado con su obra. El filme narra la historia, en nuestra época, de una mujer, María, casada con José, que tiene un hijo llamado Jesús. Como en la historia sagrada, ella afirma que su hijo fue engendrado sin intervención de varón. En Versalles se pidió la prohibición de la película. "A fuerza de tratar siempre con lo femenino", dice Godard, "he querido, por una vez, hablar de lo eterno de lo femenino".

Más información
La retrospectiva estará dedicada a los efectos especiales

Pregunta: Cuando preparaba esta película, usted me dijo: "María está embarazada de la palabra".Respuesta: No me acordaba... Pero sí, se puede decir así. La palabra en su sentido más amplio.

P. Porque, al final, todas las terapias funcionan sobre la palabra, la confesión, el psicoanálisis...

R. Pero no el cine.

P. ¿El cine no funciona con la palabra?

R. No en principio. Funciona también sobre la palabra, pero no en principio. El catolicismo tampoco ha funcionado al principio con la palabra, ha funcionado con la imagen. Jesús multiplicó los panes y los peces, y después creó la leyenda. Primero llegaba la mujer adúltera, y después El hacia el comentario. Posteriormente, la Reforma suprimió imágenes, entre ellas la de María, tal vez porque el protestantismo tenía una visión menos sana de la sexualidad... No menos sana, pero diferente.

P. ¿No cree que sus seguidores van a sorprenderse un poco?

R. No tengo ni idea. Esta película era algo larga de hacer. Hubo problemas técnicos más extensos que otros. He aceptado rodar otra película para poder pagar ésta.

La joven de las jóvenes

P. Este tema está muy alejado de los que usted hacía, ¿no?

R. No lo creo así. Como decía Picasso, existe ese deseo de ir siempre "hasta el momento en que la pintura le rechaza a uno mismo". Cuando se ha tratado siempre con problemas de la pareja, cuando se ha tratado siempre -lo que se convierte en defecto- con historias de una mujer joven, tal vez sea normal que llegue un mo mento en que uno se diga: "hay que tratar a la joven de las jóvenes" y que se llegue hasta María.

P. Más vale dirigirse a Dios que a sus santos.

R. A María, no a Dios. Además, María no es mi problema, es el suyo. Pero debo ocuparme de ello...

P. Usted dice: "María es la chica joven". Bien. ¡Pero las mujeres no son todas chicas jóvenes!

R. Al principio todas lo son, sí Quiero decir, ¿por qué las niñas son vírgenes? Podrían no serlo Podrían no serlo, pero lo son. Si lo son, ha tenido que haber un mo mento en que alguien se hiciera cargo de ello. No hablo del sufrimiento. El sufrimiento vino después, por el hijo, no por la hija; porque podría haber tenido una hija, María.

P. ¿Y los hombres, nunca son vírgenes?

R. No. No de esa forma.

P. La castidad es una especie de punto de partida, mientras en la película se tiene la impresión, por el contrario, de que es el punto de llegada.

R. No, es una dificultad del trayecto, como para los santos, como para san Francisco de Asís.

P. Se podría imaginar que la castidad es una solución a la relación sexual, decidir no terierla más para no padecer...

R. Montones de gente se la aplican por momentos. Decimos: "No, yo no quiero eso". Tal vez, durante una. mañana no lo quererrios.( ...) No se puede rodar el parto de María. Existen demasiadas preguntas. Seguramente, Lelouch hubiera rodado el parto. Bajo el agua, porque está de rrioda. Se presentan demasiadas incógnitas. No podemos, no sabemos hacer eso. No de esta forma. Por eso no se ha tocado nunca este tema. No sé por qué. Porque Cecil B. de Mille creó a Dios, le puso tina gran barba. Pensamos en Walt Disney... Podemos imaginar... a Jesús, se le ha visto...

P. ...Decenas de veces.

R. ...Decenas de veces, pero a José y María, jamás. Sin emabargo, María es un personaje, ¡Jamás, nunca lo ha hecho el cine italiano! La pintura italiana lo ha hecho un poco, la alemana también, la pintura francesa, durante cierta época nada más.

( ... ) Lo hemos rodado todo tres o cuatro veces, lo cual es tremendo; ¡siete meses de rodaje para una hora y diez minutos de película! Hemos repetido todo hasta que lo creimos tolerable, aceptable. Pero tampoco hay que pedir la luna.

La distancia justa

P. ¿Hay que buscar la distancia justa?

R. Sí, como un pintor. Pinta el ramo de flores y después se da cuenta de que debería haber colocado el ramo tres metros más atrás. Así es que vuelve a empezar.

P. Y a Myriem Roussel, que hace el papel de María, ¿cómo le explicó todo esto?

R. Intento, lo que a menudo desconcierta, no dirigir, empezar por... No sé... Se podría decir que es una película que al final ha necesitado una cesárea.

Los actores quieren guardar el temajunto a su corazón y quieren gozar de él, natural y normial, pero me inclinaría a decir: "La película tiene que salir de otra forma. Así que tenéis que soltarlo, y escu charlo también; después lo devol veis, y gozaréis de ello si queréis gozar de ello".

P. Hay muchas cosas que evo can el documental en su película

R. Son viejos trucos... En el documental siempre hace ffilta un primer plano.

P. ¿Su familia es protestante?

R. Legalmente, por así decirlo.

P. ¿Se le ha quedado algo?

R. Me acuerdo mucho del colegio, de los domingos y del templo... Iba allí, a jugar al fútbol o a hacer gimnasia. Hacía pairte del conjunto.

P. ¿Se siente totalmente despegado de este asunto, de la existencia de Dios, del amor al prójimo?

R. Dicho así, sí. Lo siento de otra manera, desde un ángulo más práctico, al igual que se pueden estudiar los sueños si los analizamos. Haciendo Je vous salue Marie he terminado volviéndome supers ticioso. Era la luna, que al salir me decía que podíamos rodar.

P. ¡La gente del equipo debió sorprenderse bastante!

R. Se lo tomaban como chifladuras de Jean-Luc, lo cual me pa rece una lástima.

P. ¿Nunca había hecho esto?

R. No, nunca.

P. Y en Detective, la película suya que saldrá en primavera, ¿se ha vuelto a producir?

R. No, no tiene nada que ver.

Una forma de ver

P. Entonces era el tema el que pedía esto.

R. El tema creo que sí. Hemos perdido una forma de ver; el público, con la televisión, las revistas, ha perdido la facultad de ver con los ojos y los oídos. Se necesita un código preciso para ver, para entender. Recuerdo que Myriem me preguntaba: "Pero ¿por qué se pone la mano sobre la tripa y dice: 'No escaparemos el uno del otro?"". Le decía: "Cuando ves a un agente de policía echarle mano a un ladrón y decirle 'No escaparemos el uno del otro', lo entiendes en seguida. ¿Necesitas que te explique esto? ¿Necesitas que te diga no escaparás a tu sexo, frases que sirven para todo?".

P. ¿Tiene la sensación de haber rodado una película acerca de un tema sagrado?

R. No, en absoluto. Un tema laico y normal.

P. Tiene gracia. Adopta hacia la religión, a la vez un cierto respeto e indiferencia.

R. Indiferencia, no. He debido decirme a mí mismo algo como "ya es hora, de que veas cosas que deben exístir, debe ser el momento de sentir que estas cosas no son tan tonitas ni pretenciosas como se ha dicho en alguna ocasión".

P. ¿Cree que este tema tiene que ver con esta época? Volver a una historia tan vieja...

R. No es tan vieja... Hay muchas chicas aún que se llaman María, casi. tantas como antes. Es un nombre antiguo, pero hay muchos nombres antiguos que ya no existen. Pero no éste. María, extrañamente, no tiene fechas. Eso también es lo eterno. O más bien también existe lo eterno en lo femenino. Digamos que a. fuerza de tratar siempre con lo fenienino he querido, por una vez, hablar de lo eterno de lo femenino.

P. ¿No es una es,pecie de incertidumbre general sobre qué se debe hacer y qué no se debe hacer, sobre qué se puede decir y qué no, qué hace que...

R. ...Nos refugiernos...

P. Sí.

R. No, en absoluto. Creo que es un tema corriente. Bueno, me gustaría que me dijeran que tengo alguna fáceta demasiado parecida a Jesús. Por lo menos, él tenía discípulos. Yo no los tengo, y no los quiero. Me ha parecido normal hacer esta película.

Le Nouvel Observateur.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_