Reagan propone incrementar el gasto militar en un 13%

El presidente norteamericano, Ronald Reagan, envió ayer al Congreso un presupuesto militar para el año fiscal de 1986 de 277.500 millones de dólares (unos 48,5 billones de pesetas), que representan casi un 13% más de lo que el Pentágono gastará este año y un 8,3% de aumento en término reales, una vez ajustada la inflación. La seguridad nacional y las próximas negociaciones con la Unión Soviética aconsejan no bajar la guardia y proseguir el mayor rearme de la historia de este país en época de paz, afirman el presidente y el secretario del Pentágono para justificar este incremento en un año en que el presupuesto recorta drásticamente todos los programas sociales.

El presidente propone y el Congreso dispone, y nunca como este año el presupuesto del Pentágono ha sido tan criticado por el Parlamento, que ya ha anunciado que no aprobará un aumento tan sustancial del gasto militar, cuando a los ciudadanos se les pide un gran sacrificio en todos los programas civiles. Caspar Weinberger ha llegado a afirmar en el Senado que "los que quieren recortar el gasto militar lo que realmente desean es debilitar la seguridad del país", a lo que le ha respondido el ex astronauta y hoy senador John Glenn, no sospechoso precisamente de debilidad en política exterior, que la frase le recordaba los tiempos de la caza de brujas de McCarthy. Será la sexta vez consecutiva que el presupuesto militar crece más que la inflación, todo un récord desde la segunda guerra mundial.Pero ni los más optimistas creen que el Congreso aceptará este presupuesto, tal y como ha sido enviado. En los dos últimos años, el Parlamento recortó los deseos del Pentágono en unos 15.000 millones de dólares cada año. La Administración propone, asimismo, que el rearme no se detenga en los próximos ejercicios, y prevé presupuestos militares de 354.000 millones de dólares para el año fiscal de 1987, 401.600 para 1988 y 438.800 para 1989.

48 nuevos misiles MX

El presupuesto de defensa para el año fiscal de 1986, que comenzará el próximo mes de octubre, refleja un aumento del 19% para compras de armas y sólo un 7% para personal y mantenimiento. No se recorta ningún programa de armamento importante y la mayor parte del dinero se dedicará a los programas de armas nucleares estratégicas y a la defensa del espacio, precisamente lo que Estados Unidos debe negociar a partir de marzo con la Unión Soviética. La partida que más crece en el presupuesto del Pentágono es la investigación y desarrollo para nuevas armas, que se lleva 39.300 millones de dólares.

La guerra de las galaxias, que consumirá este año 1.300 millones de dólares, tiene un presupuesto de 3.700 millones de dólares para 1986.

Reagan solicita al Congreso 4.000 millones de dólares para 48 nuevos misiles MX, de 10 cabezas nucleares cada uno; 6.200 millones para 48 bombarderos B-1, y 4.700 millones para el submarino Trident y misiles Trident. La Marina reclutará 15.000 nuevos marinos y la flota pasará de 542 a 555 barcos; la fuerza aérea tendrá 10.000 hombres más para manejar los nuevos escuadrones de cazas tácticos y habrá también 1.000 marines más.

De todas las armas, sólo el Ejército de Tierra mantiene el número de personal, 78 1.000 soldados, aunque no se priva de adquirir 840 nuevos carros de combate M-1, 716 vehículos acorazados, 144 helicópteros de ataque y nuevos misiles y armas de artillería. A pesar de esta orden de compras bélicas, Weinberg afirma que pide 36.000 millones de dólares menos de lo que había proyectado en un primer momento.

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