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Un viejo sueño con mas de un siglo de vida

La idea de construir un enlace fijo a través del estrecho de Gibraltar para unir España y Marruecos no es precisamente nueva. Hace ya más de 100 años, concretamente en 1869, el conde Laurente de Valledeuil propuso la construcción de un túnel ferroviario que uniera las dos orillas. También Carlos Ibáñez de Ibero se inclinaba, a principios de siglo, por la solución túnel, y ofrecía tres alternativas distintas para su trazado. Las obras estarían concluidas, según Ibáñez, en cinco años, y supondrían un desembolso de 330 millones de los de entonces.Prácticamente por las mismas fechas el general Mariano Rubio Bellvé presentó otro proyecto muy parecido al de Ibáñez, que iría desde Punta Paloma a la bahía de Tánger, con una longitud de 38 kilómetros. Pedro Jevenois publicó años más tarde un libro titulado El túnel submarino del estrecho de Gibraltar, que tuvo la virtud de llamar la atención de los poderes públicos por primera vez sobre el tema. Así, el 30 de abril de 1928 se creó en el Ministerio de Fomento una comisión para el estudio de las posibilidades del proyecto, que se disolvió en junio de 1931. Sin embargo, en diciembre de ese mismo año se nombró otra comisión, dependiente del Ministerio de Comunicaciones, que trabajó hasta que estalló la guerra civil española en 1936.

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La idea de enlazar el Estrecho por medio de un tubo sumergido la expuso por primera vez en 1919 Carlos Mendoza. Diez años más tarde, Fernando Gallego también propuso la construcción de un túnel que iría 20 metros por debajo del nivel del mar, de 20 metros de ancho por 18,50 de altura. Se pretendía que el tubo albergase dos vías para ferrocarril y dos calzadas para automóviles, con una longitud de 15 kilómetros. En este proyecto se inspiró una compañía británica para concursar en la unión viaria entre Sicilia y la Italia continental.

Peña Boeuf proyectó un puente entre Punta Paloma y Punta Boassa, de 24 kilómetros de longitud, con luces, entre pilares, de 2.000 metros. Los pilares tendrían una altura de 800 metros, de los cuales 400 estarían sumergidos. El puente tendría dos vías de ferrocarril y una calzada central para tres carriles de vehículos.

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