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Reportaje:

Unir África y Europa, un trabajo de Hércules

Un túnel subterráneo o un puente, las opciones más factibles para salvar el estrecho de Gibraltar

Entre las varias alternativas estudiadas en los últimos cuatro años con objeto de establecer un enlace fijo a través del estrecho de Gibraltar, dos de ellas han superado con resultados brillantes la criba de los estudios de factibilidad a los que han sido sometidas por los técnicos: el túnel subterráneo y el puente sobreapoyos fijos. Pero esto no quiere decir que otras posibilidades, como el puente sobre apoyos móviles o el tubo sumergido, hayan sido descartadas definitivamente."Tanto el puente sobre apoyos fijos como el túnel pueden llevarse a cabo con la tecnología actual", señala José Manuel Serrano, director técnico de la Sociedad Española de Estudios para la Comunicación Fija a través del Estrecho de Gibraltar, SA (SECEGSA), "pero todavía se tardará entre ocho y 10 años en elegir la solución definitiva".

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En principio, la alternativa que cuenta con mayores posibilidades de realizarse es la del túnel subterráneo, tanto por ser la más económica en función del nivel tecnológico actual como por existir construcciones similares sobre las que basarse. El túnel presenta, además, la ventaja añadida de poder construirse con tecnología enteramente española, lo que no sucede con el puente.

El túnel subterráneo, estudiado en un principio para tráfico exclusivamente ferroviario -puesto que el problema que representa la extracción de los gases de los automóviles no tienen fácil solución-, tendría una longitud de unos 50 kilómetros, enlazando punta Paloma, por parte española, con Tánger. En el estudio se contemplan dos alternativas: la construcción de un túnel principal de doble vía, más otra auxiliar de servicio, o bien dos túneles principales de una vía cada uno, igualmente con galería auxiliar de servicios. En este último caso, cada galería principal tendrá un diámetro de 6,85 metros, y el de servicio, de 3,5 metros.

Geología muy complicada

Fijar con exactitud el coste de una obra de esta envergadura no resultaría fácil, pero basándose en el desembolso que supuso la construcción del túnel japonés de Sheikan, recientemente terminado, que tiene una longitud de 54 kilómetros y une las islas de Hokkaido y Honshu, podría estimarse en unos 3.000 millones de dólares (cerca de medio billón de pesetas). Otro proyecto que los técnicos españoles y marroquíes tienen como referencia es el del túnel que unirá Francia y el Reino Unido por debajo del canal de la Mancha.

El principal problema que todavía queda por resolver en la solución del túnel subterráneo es llegar a conocer suficientemente la complicada geología del Estrecho, para lo que se realizará una campaña de sondeos marinos y la construcción de un pozo y una galería experimental en cada una de las orillas. De los 50 kilómetros de longitud del túnel, cerca de 30 discurrirían bajo las aguas del Estrecho. El punto de máxima profundidad del proyecto se ha fijado provisionalmente en 100 metros. "En cuanto al plazo en que podría estar construido", manifiesta el director técnico de SECEGSA, "oscilaría entre los 12 y 14 años".

La unión del Estrecho por medio de un puente de apoyos fijos es bastante más complicada, desde el punto de vista tecnológico, que la del túnel subterráneo. Para empezar, se trata de un proyecto sin precedentes en la historia de la construcción de puentes, por los múltiples problemas que hay que solventar. Y no precisamente porque no existan puentes de igual o mayor longitud, como, por ejemplo, el que une Florida con Key West.

Pero éste está cimentado sobre aguas poco profundas, mientras que el puente sobre el Estrecho tendría que ir sobre fondos de 250. metros, con unas corrientes muy fuertes, por lo que las pilas deberían tener alturas tres veces superiores a las mayores que se han realizado hasta estos momentos en obras de este tipo.

No obstante, la consecución de nuevos materiales y el desarrollo

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de las técnicas de puentes colgantes y atirantados ha permitido alcanzar luces (distancia entre cada pilar) de gran envergadura. En estos momentos el puente Humber en el Reino Unido, ostenta el récord mundial, con una luz de 1.410 metros. Aun así, las luces que serían necesarias para el puente sobre el Estrecho deberían alcanzar los 2.000 o 2.500 metros.Grandes profundidades en el trazado más corto

El trazado del puente sobre apoyos fijos no podría hacerse por la parte más corta (punta Cires, en Marruecos, y punta Oliveros, en España, aproximadamente, unos 15 kilómetros), a causa de la batimetría del estrecho de Gibraltar en esa zona, que alcanza profundidades de hasta 800 metros. El lugar más indicado discurre por el llamado umbral S, que une punta Alboassa (Marruecos) con punta Paloma (España),-que tiene una longitud de unos 28 kilómetros, con una profundidad que no sobrepasa los 350 metros.

"La valoración económica de este proyecto no es fác0, sostiene José Manuel Serrano, "ya que no existen precedentes sobre los que poder realizar los cálculos, pero se puede estimar entre un 50% y un 80% más cara que la del túnel subterráneo".

Una dificultad añadida que presenta esta solución se debe a las especiales características de las aguas del Estrecho y al denso tráfico marítimo que soporta. Cerca de 50.000 barcos atraviesan anualmente el Estrecho, y entre ellos se encuentran los mayores petroleros del mundo. Esto supone que debe considerarse la posibilidad real de colisión contra los pilares, por lo que resulta imprescindible, teniendo en cuenta que en los últimos años se han producido accidentes graves de este tipo en otras partes del mundo, la realización de estudios sobre sistemas de protección para las pilas en caso de choque, a Fin de evitar su ruptura. En los trabajos preliminares se desechó la protección de las pilas por medio de islas artificiales, debido a la gran profundidad a la que deberan ser cimentadas.

La construcción de un puente le estas características supondrá unos 10 años de obras, incorporando grandes recursos de material y personal. Pero, a pesar de todas las dificultades que presenta, 3u realización es factible, según se desprende de las conclusiones presentadas en el Coloquio Internacional sobre La factibilidad de una comunicación fija a través del estreho de Gibraltar, que se celebró en Madrid en noviembre de 1983: "Puede concluirse", se señala en ellas, "que la realización de un puente atirantado de varios vanos de 3.000 metros de luz es posible con los materiales de construcción actuales, a falta de los necesarios estudios de comprobación sísmica y del diseño aerodinámico del tablero que, en su caso, habrán de ser efectuados".

Aunque el puente sobre apoyos fijos y el túnel subterráneo son las soluciones que cuentan en estos momentos con mayores posibilidades, existen otras, menos viables debido a los problemas técnicos que plantean, pero que no han sido rechazadas de plano. Así, no se descarta la construcción de un puente sobre apoyos flotantes, que para Serrano "representa una solución muy atractiva desde el punto de vista económico, puesto que sería incluso más barata que el túnel; pero presenta dificultades técnicas muy complejas, al suponer una innovación sobre todo lo existente. En un estudio sobre esta solución se dice que es técnicamente viable, pero que los movimientos de vibración de este tipo de estructura, aunque reducidos, parecen ser difícilmente compatibles con la circulación ferroviaria. Otra posible alternativa

Otra posible alternativa sería la construcción de un tubo sumergido entre las aguas del Estrecho, con anclajes desde el fondo, o una variante consistente en que el tubo fuese apoyado en el fondo. El accidentado relieve de la zona no permite el trazado de un tubo sumergido en toda su longitud, debiendo recurrirse, en algunos tramos, a la instalación de pilas cimentadas en el fondo de hasta 150 metros de altura. Además, tanto para el puente de apoyos móviles como para el tubo en cualquiera de sus dos variantes podrían existir problemas de jurisprudencia internacional, puesto que la estructura de anclajes que ambos necesitan entorpecen grandemente el tráfico, fundamentalmente en la navegación sumergida.

"Pero, aunque no se lleve a cabo ninguna de las soluciones", manifiesta José Manuel Serrano, "se habrán conseguido cosas importantes, porque, independientemente de que se construya el enlace, uno de los objetivos inmediatos es disponer de unos conocimientos profundos de una zona muy poco estudiada como la del estrecho de Gibraltar, tanto en batimetría, geología terrestre y marítima como en cartografía de las dos orillas o sismografía".

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