La Administración universitaria promete a los estudiantes varios cambios en el sistema de becas

Carmina Virgili, secretaria de Estado de Universidades, anunció ayer el propósito de introducir varios cambios en el actual sistema de becas, en la línea de algunas de las reivindicaciones que le planteó una comisión de representantes estudiantiles de varias universidades españolas. Virgili mantuvo una larga reunión con la comisión negociadora surgida del encuentro estatal de representantes estudiantiles en los claustros constituyentes, celebrado en Madrid en noviembre pasado.

La comisión, que está integrada por representantes de seis universidades, planteó a la secretaria de Estado, las mismas reivindicaciones sobre política de tasas, becas e inversiones públicas para la universidad, que llevaron a la huelga a los estudiantes de la mayoría de los distritos el pasado 4 de diciembre. Carmina Virgili y el director de su gabinete técnico, Alfredo Pérez Rubalcaba, abordaron con los representantes estudiantiles numerosos aspectos de los tres grandes temas citados en una reunión que se prolongó por espacio de más de cuatro horas.Los cambios más importantes que se van a producir en el régimen de becas se refieren, entre otros aspectos, a la flexibilización de los requisitos académicos, mediante la eliminación de la actual diferencia de exigencias para la solicitud y para la prórroga de beca y permitiendo que la ayuda pueda conservarse con dos asignaturas suspensas, en el caso de carreras técnicas, y con una sola, en el de otros estudios. Actualmente sólo se permitía arrastrar una asignatura en ambas modalidades de estudios y a condición, en el caso de carreras no técnicas, de obtener una puntuación media de siete, que en el futuro se rebajará a cinco.

En cambio, los estudiantes no obtuvieron respuesta satisfactoria para su petición de que el capítulo de becas se mantenga con un "crédito abierto", que garantice la ayuda a cuantos estudiantes reunan los requisitos académicos y económicos, con el fin de evitar que se puedan negar ayudas por falta de presupuesto.

Un portavoz de la comisión estudiantil manifestó, al término de la reunión, que habían visto con claridad la incapacidad de las autoridades de Educación y Ciencia para adquirir compromisos en materia presupuestaria, puesto que ésta desborda el ámbito de la secretaria de Estado. Otro de los representantes estudiantiles matizaba este aspecto en el sentido de puntualizar que la política presupuestaria es la que de verdad revela la voluntad política de resolver los problemas que la universidad tiene planteados".

Sin negar la trascendencia de alguno de los compromisos anunciados, dicho representante estudiantil se lamentaba de no haber alcanzado el objetivo propuesto por numerosas asambleas de estudiantes de que se congelen radicalmente las tasas. "Lo único que en esa materia hemos alcanzado" dijo, "es la promesa, que no compromiso, de que la próxima subida no superará el índice de precios al consumo, que se calcula de un 9% respecto del último ejercicio".

Por las mismas razones, los responsables de la política uiversitaria no entraron en la consideración de los planteamientos estudiantiles en materia de crecimiento de las inversiones públicas en la universidad. Los estudiantes concretaban su exigencia en un incremento anual del porcentaje sobre el producto interior bruto que actualmente se destina a la universidad en España -un 2%- para llegar a alcanzar en cuatro años al 6% de otros países.