El Tribunal de Cuentas remite a las Cortes una auditoría sobre Teatros Nacionales
En 1980 se registraron "anomalías de contabilidad"
El organismo autónomo Teatros Nacionales y Festivales de España registró en 1980 "anomalías de contabilidadd según una auditoría del Tribunal de Cuentas remitida a las Cortes. En este informe riscalizador, que será estudiado por la comisión mixta Congreso-Senado para las Relaciones con el Tribunal de Cuentas el próximo mes de febrero, se ponen de relieve dericiencias en la gestión económica de este organismo durante el ejercicio del año 1980.
Recuerda el Tribunal de Cuentas que las operaciones económicas realizadas en este ejercicio se han recogido en dos contabilidades: una que refleja la ejecución del presupuesto y sirve de base para la rendición de cuentas, y otra de tipo mercantil que ofrece datos para su explotación.Ambas contabilidades han funcionado con total independencia, advierte el Tribunal y "no han servido fielmente a su objetivo", puesto que al examinar las cuentas rendidas por el organismo se comprueban "anotaciones que no responden a la realidad".
La auditoría detecta procedimiento anómalo para satisfacer los pagos de la Seguridad Social retenidos a lo largo del ejercicio de 1980 en concepto de cuota obrera, "que no han cumplido los fines para los que fueron detraídos", puesto que de 11.626.156 pesetas retenidas únicamente se han efectuado pagos a su cargo por 4.702.071 pesetas.
La cuenta de explotación no es, según esta fiscalización, reflejo de la gestión económica llevada a cabo en el ejercicio, "siendo su significado nulo". El tribunal detecta anomalías en los diferentes capítulos de obligaciones y recursos.
Los Ballets Nacionales
En cuanto a la gestión económica de los Ballets Nacionales, éstos carecían en 1980 de un presupuesto global. Como consecuencia, dice el texto de la auditoría, "sus ingresos y gastos se encuentran contabilizados de forma anómala", al no estar recogidos en su totalidad ni las cuentas del organismo ni dentro de la Dirección General de Música ni en su propia cuenta de explotación.
La auditoría advierte también el grado de confusión que existía en 1980 en cuanto a la dependencia de los Ballets del organismo Teatros Nacionales y Festivales de España", ya que no existía una unidad de criterio a la hora de contratar.
En este ejercicio, dentro de las cuentas del organismo autónomo, no se recogen los ingresos obtenidos por los Ballets y únicamente parte de sus gastos. El sistema seguido, se advierte, "no respaldado por ninguna disposición legal", consistía en ir pagando los déficit de los Ballets con cargo a los créditos del organismo.
Entre las conclusiones de esta auditoría, el Tribunal de Cuentas pone de relieve la "falta de coordinación" entre el organismo y los servicios presupuestarios de los ministerios de Cultura y Hacienda en la elaboración de los presupuestos.
La existencia de dos contabilidades, una que refleja la ejecución del presupuesto y otra mercantil, con funcionamiento índependiente, dificulta, a juicio del tribunal, el análisis de la gestión del organismo.
El informe detecta "retenciones de la cuota obrera por Seguridad Social no aplicadas a su finalidad", ya que el pago de las mismas se realizó por el Ministerio de Cultura con cargo a los presupuestos del Estado.
Tampoco se tienen en cuenta lasdotaciones presupuestarias, de manera que una vez agotado el crédito en un concepto los gastos imputables al mismo se pagan con cargo a otros conceptos, incluso perteneciendo a distinto artículo.
El Tribunal de Cuentas destaca la falta de un inventario patrimonial, no sólo por su necesidad económica o contable, sino también por el carácter histórico-cultural de muchos de los bienes del activo del organismo Teatros Nacionales y Festivales de España.
Babelia
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