Narcís Serra: "Sería una irresponsabilidad histórica que España abandonara la Alianza Atlántica"
El ministro de Defensa identifica la incorporación global a Europa con la permanencia en la OTAN
Hasta ahora, Narcís Serra, ministro de Defensa, siempre se había negado a conceder una entrevista para tratar en profundidad los temas de su departamento. Una vez que decidió romper el silencio, su habitual prudencia y mesura consumiron más de seis horas en la búsqueda de las respuestas más apropiadas, los términos adecuados a emplear y las matizaciones sobre lo expuesto.Pregunta. Nunca se ha definido sobre la OTAN, a la que en ocasiones ha ligado con la CEE. ¿Puede hacerlo ya?
Respuesta. Los 10 puntos expuestos por el presidente del Gobierno ante el Congreso para la política de seguridad española no sólo son coherentes, sino que expresan una situación necesaria si defendemos la necesidad de integración de España en Europa. Estas grandes opciones nacionales no se pueden tomar a medias tintas. Deben ser actitudes globales y coherentes. Es el mismo argumento que hemos utilizado con los países europeos: "¿Cómo quieren que España participe en una alianza defensiva y no esté en la organización económica?".
P. ¿No es posible que España se integre en Europa sin estar en la OTAN?
R. Lo que creo es que España tiene frente a sí la capacidad de integrarse definitivamente en Europa, decisión que cierra el arco de vuelta de la consolidación de la democracia. La incorporación a la Alianza no es sólo una cuestión militar. La decisión inequívoca de estar en Europa supone colaborar en su defensa, y es posible hacerlo manteniendo el nivel de soberanía que permite definir nuestra propia política de defensa.No importa cambiar, sino acertar en el cambio
P. ¿Pero qué ha cambiado en la situación internacional o en los dirigentes socialistas para que se produzca este cambio de planteamiento?
R. No me gusta comentar este tema. No es tan importante saber cómo llegamos -a esta decisión, sino decidir si esta posición es la correcta en estos momentos; en ello debemos concentrarnos.
P. Se adoptó la decisión de congelar la situación en la Alianza, pero, de hecho, la participación se ha incrementado. Además se especula mucho con la no incorporación en la estructura militar, cuando la diferencia, una vez dentro de la OTAN, parece mínima.
R. El Gobierno declaró en diciembre de 1982 que congelaba el proceso de integración en la estructura militar de la Alianza, y yo afirmo que esto se ha mantenido a rajatabla. La asistencia a comisiones de la estructura civil con mayor frecuencia o la incorporación al NAMSO -agencia logística- no supone ninguna ruptura de aquella declaración.
P. ¿Le han transmitido los mandos militares su opinión de que prefieren la integración militar?
R. Es un hecho conocido que muchos militares son partidarios de la integración en la Alianza, porque, desde el punto de vista de estricta estrategia militar, tiene más ventajas que inconvenientes.
P. ¿No cree que Europa está cediendo parte de su soberanía al ceder la responsabilidad de su defensa a EE UU?
R. Es evidente que la defensa de Europa no se comprende sin lo que se denomina paraguas nuclear de EE UU, pero Europa está avanzando hacia una política de defensa propia. Cada país europeo debe aportar su parte a la defensa de unos valores comunes, porque, para mí, defender Europa es defender las libertades, la democracia.
P. Pero hay países en la OTAN que, como Turquía, no parecen distinguirse por la defensa de las libertades.
R. Pero está haciendo un esfuerzo de recuperación democrática.
P. Sólo ponía en duda su afirmación de que la OTAN sea, fundamentalmente, una organización defensora de las libertades.
R. Ejercer una capacidad disuasoria que suponga la imposibilidad de atacar Europa es defender las libertades y la democracia parlamentaria.
P. Usted ha hablado en varias ocasiones de las ventajas tecnológicas que obtiene España al pertenecer a la OTAN.
R.La integración en la CEE supone una transformación de nuestra industria, pero la industria de punta, tras la entrada en la Alianza, accede, fabrique o no arma mento, a conocimientos tecnológicos clasificados y protegidos. Este acceso se reduciría, no digo a cero, pero sí sensiblemente, si no pertenecemos a la Alianza. Es decir, que tener una industria importan te, no sólo desde el punto de vista de la creación de puestos de trabajo, sino con unos niveles tecnológicos avanzados para producir otras cosas y no sólo sistemas de armas, pasa ahora por la integración en Europa y también por permanecer en la Alianza.
P. Parece que no sólo relaciona integración en la CEE con permanencia en la OTAN, sino que prácticamente identifica ambos conceptos.
R. No. Podríamos estar en la CEE, si esto fuera políticamente posible, cosa que dudo, y, por no estar en la Alianza Atlántica, continuar fabricando las puertas del avión Airbus, sin pasar de ahí.
P. Usted ha afirmado que estamos en la OTAN de forma provisional. ¿Cree que España puede abandonar la Alianza?
R. Sin duda, puede. Lo que ocurre es que pagaríamos el precio de la salida. Pero España, si lo decide, puede salir.
P. ¿Sería un paso difícil?
R. Muy difícil. Supondría unos costes enormes para España y los países europeos. Para mí, sería una irresponsabilidad histórica que, en el momento en que España debe incorporarse a Europa, tomase una decisión que fuera tan negativa, en el sentido de que una retirada en este momento, directa o indirectamente, podría generar procesos internos en otros países, como solicitudes de referendos en países como Grecia o Dinamarca, por citar un ejemplo.
R. ¿Habrá referéndum en España?
R. El referéndum debe hacerse porque es una propuesta del Gobierno, aunque sea un hecho obvio que a los países miembros de la Alianza no les hace ninguna ilusión este referéndum.
P. ¿Por qué mantener el acuerdo bilateral con EE UU si estamos en la OTAN?
R. El acuerdo bilateral tiene razón de ser en sí mismo. No quisiera avanzar ideas, pero pueden repensarse algunos elementos, porque no todo el acuerdo es estrictamente militar.
P. ¿Por qué este Gobierno potencia la industria de armamento?
R. Casi la mitad de los 650.000 millones de pesetas del presupuesto de este año es para mantenimiento del material y nuevas inversiones, y hay que racionalizar la situación para que el porcentaje máximo posible de esa cantidad revierta en mano de obra e investigación en España.
"Este Gobierno es pacifista"P. Parece que España se va incorporando al grupo de países occidentales en los que el ministro de Defensa acaba siendo también vendedor de armas.
R. Las políticas del Gobierno no son aislables. La aportación del ministerio es, básicamente, la de ser un cliente racional. La labor de promocionar productos españoles en el extranjero es una labor extendida entre todos los ministros. Es imposible exportar un sistema de armas no homologado y probado por los ejércitos del país de origen, y aquí es donde Defensa ejerce un papel importante. En definitiva, el ministro de Defensa no es un vendedor de armas.
P. España parece haberse incorporado al grupo de países que no tiene criterios éticos a la hora de vender productos bélicos a dictaduras, países en guerra, potenciales enemigos...
R. No es cierto. Este Gobierno es pacifista porque pretende mantener la paz. Es falso e injusto decir que no hay una orientación política en la venta de armas.
P. ¿Cómo se encuentran armas españolas en Chile, Irán o Irak?
R. Con Chile hay unos programas que existían y se mantienen. También se han alcanzado recientes acuerdos muy ventajosos para España, y tampoco hay que dramatizar, cuando nos estamos refiriendo a aviones de entrenamiento. Existe una dirección política en
Serra: "Sería una irresponsavilidad histórica que España abandonara la Alianza Atlántica"
rcio exterior de armas. España ha declarado, y lo cumple, aun perdiendo contratos importantes, el embargo a Irán e Irak.P. ¿Y cómo llegan armas españolas a Irán e Irak?
R. España no vende armas a Irán o a Irak. Lo que sí es verdad es que posiblemente tengamos que controlar más, por mecanismos que a veces pasan por los servicios de inteligencia, algunas desviaciones de las ventas a otros países. Esto no puede ser imputado al Gobierno español.
P. Muchos españoles ven una contradicción en que sean precisamente los socialistas los que realicen esta política armamentista.
R. No hay política armamentista. El esfuerzo armamentístico español está destinado a dar razón de ser a un ejército reducido y con capacidad de disuasión, capacidad que creo debe incrementarse. No digo ante amenazas directas para España, pero sí ante problemas que pudieran producirse en nuestro entorno.
P. ¿Cuáles?
R. Yo siempre hago reflexionar sobre el hecho de que sería para nosotros un problema muy serio si en el norte de África se diera una situación parecida a la que hoy vive, por ejemplo, Líbano.
P. ¿Qué capacidad tiene España para salvaguardar sus secretos industriales, con tantos agentes extranjeros en suelo español?
R. En contra de lo que se cree, el aparato del Estado español es débil. Hay que potenciar las secciones de inteligencia exterior y contrainteligencia del CESID, sobre todo en materia de tecnología.
P. ¿Cuál es el caso de interferencia que más alarma ha causado?
R. Los temas más graves, que no los voy a contar, no han estado dirigidos a obtener algo de nosotros, sino que es peor: nos han querido engañar, nos han querido vender sistemas de armas que no servían para España.
P. ¿Tiene capacidad España para fabricar una bomba nuclear?
R. No, porque, al decidir no fabricarla, la capacidad de producirla requiere muchos años de esfuerzos. La decisión de fabricarla ni se ha tomado ni se va a tomar.
P. ¿Y un submarino de propulsión nuclear?
R. Es un tema distinto. Puede ser interesante para la tecnología española investigar y producir, con patentes extranjeras inicialmente, motores marinos de propulsión nuclear. No he elevado al Gobierno informe alguno porque Defensa no ha estudiado en profundidad el tema.
P. ¿Cree necesario contar con una marina oceánica? ¿No es un lujo excesivo para este país?
R. Tener un grupo de combate no es tener una marina oceánica. España tiene que considerar, ante cualquier tipo de amenaza, la defensa de las islas Canarias, una capacidad de control del tráfico comercial a ambos lados de las islas. Y si España quiere hacer valer el peso de su situación estratégica en el foro internacional, debe tener credibilidad en la defensa de sus aguas de soberanía y en su capacidad de controlar el Estrecho.
Hilar fino en la solución al problema de la UMDP. ¿Es ésta la principal aportación española a la OTAN?
R. España puede aportar la facilidad adicional de controlar el Estrecho desde la costa. Para que España tenga una credibilidad internacional tiene que ser creíble, precisamente, que desarrolla una capacidad de control del Estrecho.
P. ¿No es hoy creíble?
R. Creo que sí, pero en determinadas situaciones sería dificil. Estos temas nunca son blancos o negros.
P. Entre las asignaturas pendientes que tiene el Gobierno figura la solución del problema de la UMD.
R. La UMD es un tema doloroso y difícil. Tiene la amnistía, pero la ley que se la otorgó no incluyó las penas accesorias y sólo el Parlamento puede rehabilitarlas. Aunque se extendió el criterio de que el problema de la UMD admitía una solución simple, lo cierto es que el tema es complejo, como ocurre siempre con los problemas que tienen una vertiente jurídica. De hecho, existen formas alternativas de entender la solución correcta, y deberá hilarse muy fino en la decisión final.
P. ¿Prevé el Gobierno algún otro indulto a condenados por el 23-F?
R. No estoy considerando ningún indulto más, lo cual no quiere decir que no pueda producirse en el futuro.
P. Uno de los éxitos que se adjudica al Gobierno es la desaparición de la amenaza involucionista.
R. El gran éxito en este terreno es el propio peso de la democracia. Que un Gobierno de izquierdas haya tenido el poder es importantísimo en el proceso democrático, porque tiene efectos sobre la involución, hasta el punto de que hoy día hay que ser muy loco para pensar que puede tener éxito un golpe de Estado en España.
Pensar en un golpe es de locosP. Los sistemas de selección de mandos han sido muy criticados en las últimas semanas.
R. El mecanismo en sí es objetivo y se ha calificado con rigor, cumpliendo las normas. Con la ley de clasificación de 1981 se quiso garantizar tanto la neutralidad del jurado que se impuso un mecanismo en el que la Junta de Clasificación no conoce la identidad del clasificado.
P. Pero, además, se llega a seleccionar a militares que han cometido faltas muy graves en su vida profesional.
R. Aunque fuera cierto, no por ello debemos alterar el carácter secreto de la clasificación. La Junta de Clasificación seguirá trabajando igual, pero luego el Consejo Superior del Ejército podrá alterar, en casos muy singulares, la lista de seleccionados, para lo cual preparo una orden ministerial.
P. ¿Qué se persigue con la reforma de la justicia militar?
R. El nuevo marco de ¡ajusticia militar regulará sólo casos de delitos estrictamente militares. Lo más importante no es haber sacado del Código Militar la rebelión militar, sino el cambio de mentalidad que implica. Por ejemplo, el abuso de autoridad tendrá la misma pena que el insulto a un superior.
P. Considera que las principales líneas de reforma militar en esta legislatura ya están hechas?
R. Sin duda. Si en esta legislatura se aprueban las cuatro leyes sobre la reforma de la justicia militar y las nuevas leyes de plantillas de la Armada y el Ejército del Aire, ya hemos cumplido la dirección de avanzar con solidez en el proceso de adecuación a las necesidades de hoy. Se va a producir además la creación de un Ministerio de Defensa normal y corriente en un país europeo, avances en el proceso de modernización de los ejércitos, la aprobación del nuevo Plan Estratégico Conjunto, la aplicación de una nueva política de relaciones con la industria nacional, etcétera. Creo que es más que suficiente si queremos hacerlo bien.
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