Una reconversión con ventajas
La mayor preocupación de los miembros del Ejército de Tierra reside en la sospecha de que alguno de ellos puede ser obligado a dejar las Fuerzas Armadas dentro del plan previsto en la ley de Plantillas para reducir de 41.000 a 35.000 el número de militares profesionales."Queremos evitar la situación actual, consecuencia de unos accesos a los cuadros de mando no adecuados a las necesidades reales de los Ejércitos y sin visión de futuro. Quiero dejar muy claro", afirma Serra, "que no es la ley de Plantillas la que crea excedentes; lo que sucede es que las existencias de los cuadros ole mando son muy superiores a las necesidades. Por citar un ejemplo, los coroneles que precisa el Ejército son 600, y ahora hay cerca de 1.400.
P. Pero, ¿puede que algún militar se vea forzado a dejar el Ejército?
R. En cualquier caso, se marcharían en buenas condiciones. Es un objetivo del ministerio que en 1991 no se ascienda más que si hay vacantes. Por tanto, será difícil que existan vacantes para todos, y habrá necesarios períodos de disponibilidad en algunos casos. Esto no debe tomarse como presión o coacción.
P. Pero la situación de disponibilidad tiene un límite.
R. Sí.
P. Usted prometió que los militares que quieran retirarse voluntariamente lo harán con el sueldo íntegro y ascendiendo un grado cuando les corresponda. ¿No es injusto, en comparación, por ejemplo, con la reconversión naval?
R. Admito que éste es un elemento importante de reflexión para mí. El militar tiene un promedio de once destinos diferentes en su carrera y cambia once veces de residencia. El paro industrial es un tema terrible, pero no es el fin de la carrerá de un trabajador, porque puede encontrar otro trabajo. En cambio, el retiro militar supone el retiro de la actividad laboral. Creo que es justa la propuesta.
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