Los cosecheros riojanos, contra la congelación de la base exenta del impuesto de lujo en los vinos

La asociación de empresas vinícolas de La Rioja, que ha solicitado, sin éxito, el aumento de los precios mínimos para el vino que queda exento de cotización en concepto de impuesto de lujo, ha señalado que esta situación va a suponer un duro golpe para los vinos jóvenes de La Rioja, que no van a poder repercutir en sus precios de venta las últimas subidas registradas, tanto en la uva como en el vino.El mínimo exento del impuesto de lujo era, en 1981, de 100 pesetas el litro de vino, cantidad que se aumentó hasta 115 pesetas durante los dos años siguientes, y que alcanzó 130 pesetas el litro en 1984, al igual que este año, al no haber sido modificada la base exenta por la ley de Presupuestos Generales del Estado. Cualquier vino cuyo precio supere esta cantidad será gravado con el 24,2% en concepto de impuesto de lujo, que se ha incrementado en un 10% respecto al año pasado.

Los bodegueros riojanos habían dirigido un escrito al ministro de Hacienda, Miguel Boyer, respaldado por los principales partidos políticos de la región y por el propio Gobierno regional, en el que justificaban la necesidad de una modificación urgente de la base exenta hasta alcanzar las 165 pesetas litro, debido al incremento de los costes de producción durante el último año.

Las tres bodegas más grandes de La Rioja, Berberana, AGE y Savin-Campo Viejo, que comercializan el 80% del vino del año, han vendido durante 1984, dentro de esta línea comercial, el 20% menos que el año anterior y, según José Bezares, director general de Bodegas Campo Viejo, este año, con las nuevas tarifas, se puede perder otro 20%. del mercado.

El vino joven de La Rioja, vino del año embotellado sin crianza, que había alcanzado un gran nivel de ventas y representaba el 55% del total del rioja comercializado, ha experimentado en los últimos años fuertes subidas de precio, perdiendo competitividad en el mercado nacional. De un precio final en el mercado para la botella normal de tres cuartos de 93 pesetas en 1983, se ha pasado en octubre de 1984 a 123 pesetas por botella, lo que representa en un año un incremento del 43%. Esta misma botella alcanzará el próximo mes de febrero un precio de 136 pesetas, lo que representa el límite máximo tolerado antes de tener que pagar el impuesto de lujo del 24,2%. Cualquier incremento por encima de ese precio, con unos costes de producción muy ajustados y sometiendo a las bodegas a un proceso de descapitalización, supondría la quiebra casi total en las ventas de los vinos jóvenes de La Rioja.

Javier Ruiz, consejero de Agricultura, ha señalado que la actual regulación del impuesto de lujo, que será sustituido con la entrada en vigor del IVA, perjudica a los vinos de calidad, que al tener una materia prima más cara, se tienen que vender a precios más altos.