Thatcher apoya la militarización espacial, pero pide condicionarla a negociaciones con la URSS

Margaret Thatcher mostró ayer en Washington el apoyo del Gobierno conservador británico a los planes de Ronald Reagan sobre la militarización del espacio, conocidos como la guerra de las galaxias. Sin embargo, señaló que no deberían ser aplicados sin establecer negociaciones previas con los dirigentes soviéticos. La reciente visita a Londres de Mijail Gorbachov fue también debatida en su encuentro de ayer con Reagan en Camp David.

Al término de su entrevista de tres horas con el presidente Reagan, Margaret Thatcher, primera ministra británica, declaró que la agenda había versado sobre muchos temas, entre otros, las relaciones Este-Oeste, negociaciones para un control de armamentos, la situación en Oriente Medio, Centroamérica, África del Sur, China y la situación económica internacional.Margaret Thatcher desmintió las afirmaciones de la Prensa de que había desacuerdo entre británicos y norteamericanos, a propósito de la investigación para la defensa estratégica. Añadió, sin embargo, que la producción y el despliegue eventual del nuevo tipo de armas deberían ser temas de una negociación.

"Obviamente he informado también al presidente de mis recientes conversaciones con Mijail Gorbachov, que fueron muy realistas, constructivas y amistosas", dijo Margaret Thatcher en conferencia de prensa en la base militar de Andrews, en las cercanías de Washington.

En relación con el tema central de las conversaciones Reagan-Thatcher relativo al supuesto desacuerdo sobre el proyecto norteamericano de guerra de las galaxias, Margaret Thatcher dijo que había un acuerdo total entre los puntos de la Administración Reagan y del Gobierno británico.

Thatcher citó como resultados de la conversación con Reagan que Estados Unidos no busca la supremacía en armamento nuclear, sino mantener la balanza; que EE UU y Gran Bretaña están de acuerdo en que se permita la investigación sobre armamentos espaciales, como figura en los recientes acuerdos internacionales entre EE UU y la URSS y por último que Estados Unidos y Gran Bretaña están de acuerdo en que la seguridad pasa por una reducción de armas ofensivas entre ambos campos.

El vicepresidente George Bush, y el secretario de Estado, George Shultz, estuvieron presentes en las conversaciones.