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Rota la línea ascendente en la exportación catalana de cemento

El ejercicio actual de la industria cementera catalana finalizará con unas ventas al exterior de unos 4.600 millones de toneladas, cerca de un 30% menos que en el año anterior, según la Agrupación de Fabricantes de Cemento de Cataluña. Este hecho quiebra la línea ascendente mantenida en los últimos años. La quiebra de la línea ascendente es doblemente significativa porque la zona catalana era la punta de lanza del sector desde mediados de los años setenta, dado que en ella la demanda interna ha estado más deprimida que en el conjunto, constituyendo la principal plataforma del primer o segundo lugar -según los años- ocupado en el ranking mundial por España. Así, en 1981, las fábricas instaladas en Cataluña exportaron 5.427 toneladas, el 45,08% del total español; en 1982, 5.040 toneladas, el 42,58%, y en 1983, 6.432 toneladas, lo que equivalió al 48,54% del total exportado desde España.La causa principal de este descenso en la exportación, según indicó el presidente de la agrupación, Santiago Fradera, radica en el brusco descenso del consumo interno en Arabia Saudí, motivado por el gran incremento de infraestructuras registrado en los últimos años, y por la reducción de ingresos provenientes del petróleo. Junto al de Arabia, principal país comprador de España, se han reducido o estancado los consumos de países como Egipto, Nigeria y Argelia, país este último que ha pasado a comprar a Grecia, el tercer país exportador en el ranking mundial.

Sin demanda interior

"Junto a estos datos negativos, que dibujan una perspectiva no desastrosa pero sí delicada", explicó Fradera, "está el hecho de que estarnos abriendo nuevos mercados, como el norteamericano, aunque éste es muy exigente". Aparte de la apertura de nuevos mercados exteriores apenas hay otra alternativa para el sector: desde hace 10 años la demanda interior está en recesión, habiendo pasado de cuatro millones de toneladas a 1,8 millones este año. Las posibilidades de remontarla están en la extensión de los prefabricados como bloques para pavimentos y mobiliario urbano, o la utilización del cemento en determinadas vías. En Bélgica, el uso de cemento en la pavimentación de la red viaria, aducen los empresarios, supone un consumo de un millón de toneladas.

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