Con aire de fiesta, la ciudad de Colonia acoge una gran muestra sobre la estética de la imagen
La Photokina de Colonia es la feria de material fotográfico y cinematográfico de mayor envergadura que desde 1950 se realiza en Europa. La notable afluencia de público hace que tanto en el recinto ferial como en el núcleo urbano abunde una densa oferta cultural relacionada con la fotografía. Desde sus inicios hasta 1980 la responsabilidad del apartado de exposiciones y actividades culturales de la Photokina recaía en el profesor Fritz Gruber, personaje legendario y omnipresente en el panorama de la fotografía alemana de las últimas décadas. Entre sus iniciativas cabe destacar la denominada Anti Photokina, muestra-collage de carácter experimental, en la que con absoluta libertad todo el mundo podía colgar sus fotografías, o la valiosa retrospectiva El sueño imaginario de la fotografía con que despidió su gestión.
Recorte presupuestario
Para la edición de 1982 le sustituyó Manfred Heiting, renombrado coleccionista holandés y conservador de los fondos artísticos de la firma Polaroid en Europa, quien se lució con una programación de un nivel sorprendentemente alto. El director de las exposiciones oficiales de este año ha sido Allan Porter, fotógrafo y ex director de la prestigiosa revista suiza Camera. Porter ha sufrido un importante recorte presupuestario, que se ha traducido en prescindir de la Kuristhalle como espacio de exhibiciones, en un catálogo sin la calidad y el lujo de la anterior convocatoria y en la concentración de la mayor parte de los recursos en una sola exposición: La fotografía impresa.Esta muestra presentaba de forma didáctica los pasos históricos de los diferentes procesos de impresión de imágenes fotográficas, desde los sistemas más artesanales a los industriales. Se pasaba revista, además, a las diferentes aplicaciones de la fotografía previa reproducción fotomecánica. En definitiva, un proyecto ambicioso resuelto positivamente y cuyo único reparo podría ser su ubicación en uno de los pabellones de la feria: en ese contexto tal vez hubiese resultado más idónea una exposición espectacular y de articulación lineal que el gran público -y no sólo los especialistas- pudiera seguir sin necesidad de recurrir cada dos por tres a textos explicativos.
Otras ofertas atractivas en el mismo recinto ferial eran la exposición Selecciones 2, presentadas por Polaroid, con sus adquisiciones recientes, y los mismos pabellones de esa firma, de Kodak y de Agfa, que competían en aparatosidad y despliegue de medios. Impresionantes espectáculos audiovisuales a base de centenares de proyectores de diapositivas, proyectores cinematográficos, junto a imágenes de vídeo en directo y efectos de rayos láser, con una extraordinaria calidad técnica, dejan en una ridícula obsolescencia al sistema de azafata-rubiales-repartiendo-folletitos para captar la atención de los visitantes, al tiempo que aventuran las posibilidades expresivas de una acertada combinación de todos aquellos medios.
Ya en el centro urbano, galerías privadas y museos aglutinaron sus esfuerzos para ofrecer la denominada Internationale Photoszene Köln 1984, organizada por el ayuntamiento de la ciudad y la Sociedad Alemana de Fotografía. De entre las 35 exposiciones que la componían sobresalían la colección Cruber, en el Museum Ludwing (un mosaico con las obras maestras en la historia del medio), que tenía su contrapunto irónico en la colección Tillmann & Vollmer. Tillmann y Vollmer son dos jóvenes fotógrafos que plagiaron muchas de las imágenes más divulgadas en los manuales de historia, introduciendo sutiles pero divertidos cambios. Un atónito público se encontraba con las pruebas de exposición supuestamente originales de tirajes de Ansel Adams o parodias de retratos de August Sander o Irving Penn con los personajes cambiados. Se trataba de un ensayo lúdico para desacralizar la fotografía.
Muestras sobre la fotografía rusa de entreguerras; sobre el vanguardista francés fallecido este año, Maurice Tabard; sobre las experiencias fotográficas de la Bauhaus, y sobre Jacques Lartigue completarían el panorama.
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