_
_
_
_
_
La paz retorna a la India

Indira no pudo donar sus ojos ni sus riñones

Los esfuerzos desesperados de los médicos para salvar la vida de Indira Gandhi el pasado miércoles, con el consiguiente empleo de tiempo, impidieron que se pudiese cumplir la última voluntad de la primera ministra india, que había manifestado su deseo de donar sus ojos y sus riñones.Según el doctor Madan Mohan Need, médico jefe del centro oftalmológico Rajendra Prasad, de Nueva Delhi, Indira Gandhi pasó demasiado tiempo sobre la mesa de operaciones para que sus ojos pudieran servir para un trasplante. Afirmó que las heridas de bala recibidas por la primera ministra india eran también demasiado numerosas como para que sus riñones pudieran servir para ser donados a otra persona.

Más información
Las cenizas, en 40 urnas.
La especulación dispara los precios de los artículos de primera necesidad
'Pravda' insiste en relacionar a EE UU con el atentado contra la primera ministra india

Indira Gandhi, alcanzada por los disparos efectuados por dos sijs de su guardia personal, estaba ya clínicamente muerta, según algunas informaciones, cuando fue trasladada al hospital, donde los médicos trataron inútilmente de salvarle la vida durante varias horas.

Los órganos de una persona muerta deben ser extraídos lo más rápidamente posible tras el fallecimiento si se quiere trasplantarlos. En caso contrario, su sensibilidad se ve gravemente afectada, lo que los convierte en inútiles para una intervención de tales características.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_