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Ortega cierra la campaña en Managua con un llamamiento a la participación

Soledad Gallego-Díaz

S. GALLEGO-DIAZ ENVIADA ESPECIAL La campaña para las elecciones de mañana en Nicaragua finalizó prácticamente en la noche del pasado jueves con un mitin del Frente Sandinista, celebrado en Managua, al que asistieron unas 80.000 personas. El coordinador de la Junta de Gobierno y candidato a la presidencia, Daniel Ortega, puso el énfasis, más en pedir a los votantes que acudan a las urnas que en reclamar el voto para su propio partido, cuya victoria parece indiscutible.

El cierre de la campaña ha sido tenso. Ha coincidido con la escisión de una de las formaciones inscritas, el Partido Liberal Independiente (PLI), cuyo candidato a la vicepresidencia, Constantino Pereira, sigue a pesar de ello en la carrera electoral. Y hace unos días que se evidenciaba la crisis en otro de los grupos que concurren a los comicios, el Partido Conservador Demócrata (PCD), cuya asamblea terminó casi en un clima de violencia física. La irrupción en la reunión partidaria de un grupo de jóvenes alteró la más que probable decisión de la cúpula del PCD de retirarse de los comicios.

La atención se centra, por otra parte, en la marcha del diálogo nacional, en el que están presentes todas las fuerzas políticas, sociales y religiosas del país, entre ellas varios partidos que no se presentan a las elecciones y que exigen todavía, a sólo 24 horas de la apertura de los colegios, el aplazamiento de la convocatoria a las urnas.

Daniel Ortega tuvo para estos últimos palabras muy duras. "Quien rompa ahora el diálogo", dijo, "será cómplice de la agresión norteamericana, un traidor y un vendepatrias". El coordinador de la Junta arremetió también contra los posibles abstencionistas: "El que se quede en su casa estará expuesto a la furia del pueblo a la hora de la intervención norteamericana".

Peligro de invasión

El candidato presidencial del Frente Sandinista insistió en que el peligro de una intervención estadounidense será mayor después de las elecciones norteamericanas, a celebrar el próximo martes. Daniel Ortega anunció planes para aumentar el número de batallones de reservistas y para preparar la defensa de Managua contra un posible invasor.

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"Que sepan los estrategas del Pentágono", dijo Ortega, "que aquí van a tener que pelear contra ancianos, mujeres, niños, hombres, inválidos, que vamos a combatirlos con fusiles, con escopetas, con garrotes o a pedradas. En la medida en que seamos capaces de movilizarnos todos, ellos se lo pensarán más antes de invadir".

Ortega reconoció que la defensa no debe ser el único objetivo, "sino que tiene que ir acompañada de un esfuerzo de producción", y anunció que 200 norteamericanos se han alistado como voluntarios para ir a cortar café en la zona de guerra.

Sergio Ramírez, candidato sandinista a la vicepresidencia, se mostró realista sobre los posibles efectos de las elecciones de mañana. "Nosotros creímos que podían ayudar más en el camino de la paz", aseguró, "pero nos hemos dado cuenta de que la llave de la paz está en Washington".

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