El desarraigo de los exiliados fue analizado en un debate de la UIMP
Con las intervenciones de Ricardo Gullón, que analizó las actitudes de los exiliados de 1939; de Jorge Semprún, que habló de su propio exilio; Fernando Savater, sobre Santayana, y Mariano Peñalver, que habló sobre las huidas de los filósofos, concluyó el seminario sobre Exilios del Pensamiento y Literatura que, bajo la dirección del duque de Alba, cerraron los cursos de otoño de la Universidad Meriéndez Pelayo de Sevilla.Después de tildar la contienda nacional de "forma extrema de la escisión española", Gullón explicó que los exiliados de 1939 se convirtieron en "desarraigados totales, inadaptados, escépticos, nostálgicos y adaptados, según sus actitudes". El exilio de 1939 no sólo afectó a las personas flisicas. Gullón analizó las consecuencias en el país de origen, España, los países receptores, y en los descendientes de los exiliados, "muchos de los cuales son, ahora, súbditos extranjeros. La presencia de españoles en otros países como consecuencia de la guerra civil aportó fecundidad y contribuyó al desarrollo humano e intelectual de los mismos.
Fernando Savater trazó una biografia de Jorge Ruiz de Santayana: nacido en España, se educó en Boston y fue profesor de la Universidad de Harvard, para deambular por el Reino Unido, Alemania o Francia e instalarse en Roma, en las postrimerías de los años treinta, donde murió y fue enterrado. Para el filósofo Fernando S avater, el autor de El último puritano es un "exiliado sin exilio" porque en su voluntario destierro se mezcló la suerte familiar con la extravagancia personal y su propia vocación de desarraigo. La figura de Santayana "tiene algo de misterioso e irreal", al igual que todos los personajes que no toleraron en su vida el patetismo ni la estridencia, "la vehemencia política ni la pasión arnorosa". Para Savater, Santayana es uno de los españoles "más secretos" y una lección de cosmopolitismo "en estos tiempos en que todos los imbéciles se empeñan en ser de alguna parte".
El seminario finalizó con la conferencia del rector de la Universidad de Cádiz, Mariano Peñalver Simó, quien tomó como primera referencia el mito de Orfeo para hablar de los exilios de los filósofos como "distancia y no posesión, cuestionamiento y no obviedad de lo ofrecido, mediación y no intuición ni evidencia".
Babelia
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