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La producción de fruta dulce aumentará en 160.000 toneladas en 1987

La producción de fruta dulce, de nominación que incluye siete variedades, seis arbóreas de pepita y hueso más la uva de mesa, aumentará en España en 160.000 toneladas en 1987, según un estudio realizado por las siete comunidades autónomas productoras de estas variedades y que ha sido presenta do en las Jornadas Españolas de Fruticultura que ayer se iniciaron en Lérida. El aumento de producción supone un 6,2% sobre la cifra actual, 2.562.000 toneladas. Según las previsiones, el mayor aumento productivo será el de melocotones, con un incremento de 70.000 toneladas, mientras que manzanas, peras, albaricoques y ciruelas experimentarán un aumento de 25.000 toneladas.Según la interpretación hecha por el subdirector general de la producción vegetal del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, José Puerta, quien dio a conocer estos datos, "el panorama es esperanzador para la comercialización del melocotón en la CEE, especialmente si continúa incrementándose la producción de nectarinas.

Las peras seguirán teniendo problemas en los *Mercados europeos si los agricultores no se deciden al cultivo de variedades tardías.

El tema de la manzana es exclusivamente de productividad, mejora de calidad y disminución de los precios".

Distanciar la cosecha

Los autores del estudio subrayaron la necesidad de distanciar la cosecha el máximo período de tiempo posible.Las 900.000 toneladas de manzana que se producen en España se recogen entre los meses de septiembre y octubre; el 80% de las 440.000 toneladas de pera, entre el 10 de julio y la última semana de agosto.

La cosecha más larga es la de melocotón, con una producción actual de 420.000 toneladas.

A partir de 1975 se experimenté una disminución de la superficie cultivada en las variedades de fruta dulce, pasando de 217.000 hectareas a 195.000 en 1980.

En esta época se produjeron arranques importantes de plantaciones a causa de la crisis económica, puesta de manifiesto, a partir de principios de los años setenta, por los altos niveles de producción alcanzados por algunas especies de manzana y pera, la mayor competencia de otros países productores y la limitación de las importaciones de frutas a países terceros impuestos por el Mercado Común.

Todas estas causas contribuyeron a que existiera una selectividad de plantaciones, fenómeno registrado entre los años 1975 a 1980, durante el cual se eliminaron las marginales.

A partir de 1980 se detecta una mejora tecnológica mientras que la superficie global productiva en 1983 es de 271.000 hectáreas, con un aumento de la plantación de melocotoneros y descenso de las cepas de uva de mesa.

Las comunidades autónomas que han intervenido en este estudio en tomo a la estructura de la producción frutera son Cataluña, Aragón, La Rioja, Valencia, Murcia, Andalucía y Extremadura.

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