Dimite Manuel Fernández Miranda, director general de Bellas Artes, del Ministerio de Cultura, tras una larga crisis
Manuel Fernández Miranda, director general de Bellas Artes del Ministerio de Cultura desde diciembre de 1982, dimitió anteayer de su cargo. El cese se produce después de una larga crisis que comenzó el 15 de marzo de 1984 tras la celebración en el Museo Español de Arte Contemporáneo (MEAC) de un desfile de modelos que pudo haber dañado las obras expuestas y a consecuencia también de las noticias, difundidas entonces, referentes, a una compra de alto valor de obras de arte realizadas por el mismo organismo sin la consulta pertinente al patronato del MEAC, que consideró suspendidas sus funciones a raíz de estos incidentes.
El Ministerio de Cultura no ha ofrecido información oficial sobre las razones de la dimisión, que el director general concretó en una carta enviada anteayer y respondida inmediatamente de modo afirmativo por el ministro de Cultura, Javier Solana. Éste no quiso pronunciarse ayer sobre esta dimisión, que, aunque esperada, ha causado sorpresa en el mundo de las artes plásticas por la forma y el momento en que se ha producido, cuando está a punto de debatirse en el Parlamento la ley de Defensa del Patrimonio Histórico-Artistico y cuando estaba pendiente la definición del nuevo patrorato del Museo Español de Arte Contemporáneo.Fuentes allegadas al propio dimitente y al mismo Ministerio de Cultura afirmaron ayer que la renuncia de Fernández Miranda ha sido planteada come cese o como dimisión propiamente dicha desde marzo de este año, a raíz de los incidentes que, rodearon al Museo Español de Arte Contemporáneo, cuyo alcance y gravedad fueron suavizados desde instancias oficiales, aunque fueron el oriugen inmediato de la decisión que ahora se produce.
Ayer no fue posible localizar a Manuel Fernández Miranda. En el Ministerio de Cultura tampoco tenían localizado al hasta ahora director general, aunque aseguraron saber que Fernández Miranda se dedicará en adelante a su cátedra universitaria de Prehistoria.
Manuel Fernández Miranda nació en 1946 en Gijón. Es doctor en Filosofia y Letras por la Universidad Complutense. Fue subdirector general de Arqueología desde 1979 hasta octubre de 1982. En diciembre de 1982 fue nombrado director general de Bellas Artes.
Durante su gestión se preparó la redacción del proyecto de ley de Defensa del Patrimonio, que equipara la exportación ilegal de los bienes declarados de interés cultural a los delitos de contrabando y establece una red de protección del patrimonio artístico español que el Ministerio de Cultura considera como un gran avance, aunque ha sido atacada porque pretende catalogar todos los bienes de interés cultural sin establecer distingos. Asimismo, se ha puesto con ella de manifiesto el énfasis que la Administración pone en las obligaciones privadas con respecto al patrimonio artístico, sin concretar las suyas. La ley del Patrimonio se discutirá dentro de un mes en e¡ Congreso. Se pensó en un principio que Solana prescindiría de los servicios de Fernández Miranda entonces, pero aparentemente éste se adelantó a esas intenciones.
Ausencia de unanimidad
Una de las medidas en principio más populares de la ¡gestión de Fernández Miranda fue el anuncio de la gratuidad de la entrada a los museos dependientes del Estado, decisión que entró en vigor el 1 de enero de 1983. Ninguna de las decisiones de Fernández Miranda estaba destinada, sin embargo, a merecer apoyo unánime, y de hecho esta medida, que sigue vigente, se consideró peligrosa porque abre los museos a todo el mundo sin contar con el personal suficiente y adecuado para su conservación. De hecho, mientras el Estado ha dejado de recibir el dinero de las entradas por este concepto, el Museo del Prado ha tenido que cerrar alternativamente y por carencia de personal.algunas de sus salas, y el Museo Sefardí de Toledo permanece totalmente cerrado, por citar dos ejemplos recientes.
Por otra parte, el hasta ahora director general de Bellas Artes es el responsable de algunas exposiciones antológicas cuya organización tampoco ha contado con el beneplácito general. Así, fue abierto el desacuerdo entre el director general y el ministro cuando se inauguró la exposición sobre el exilio español en el Retiro de Madrid y se usó para anunciarla una bandera republicana, que aparentemente tuvo que ser retirada por decisión de Javier Solana. En otra ocasión, con motivo de la antológica de Dalí, hubo acusaciones sobre la exhibición de obras atribuidas al pintor cuya originalidad no estaba comprobada; últimamente se estimó muy poco adecuado el sistema de seguridad que acompañó la costosa exposición dedicada a Paul Cézanne.
El principal conflicto
El principal conflicto en la gestión de Manuel Femández Miranda como director general de Bellas Artes tuvo lugar en marzo de este año a causa de la operación de compra de nuevas obras de arte para el Museo Español de Arte Contemporáneo (MEAC) por valor de 280 millones de pesetas y por la anómala realización de un desfile de modelos organizado por un familiar del ministro Solana para la empresa estatal Galerías Preciados en los locales del mismo museo. La adquisición más importante de la historia del MEAC se realizó, en cuatro días, a finales de diciembre de 1983, fue decidida por el director general de Bellas Artes y el director del MEAC, Álvaro Martínez Novillo, sin el asesoramiento del patronato del museo.
Esta adquisición, juzgada en su día como precipitada, fue justificada por Fernández Miranda, quien afirmó que la compra había sido prevista a principios de 1983, aunque reconoció que el patronato no había sido consultado. Por esta circunstancia, los miembros de este organismo consultivo suspendieron en bloque sus funciones y deploraron el mutismo al que se les sometió. El pasado 1 de agosto el Consejo de Ministros aprobó una serie de medidas que tienden a garantizar la capacidad de influencia del patronato del MEAC.
Babelia
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