El Gobierno anuncia que no subirá ningún impuesto en 1985

El Consejo de Ministros ha decidido no subir los tipos de ningún impuesto durante el próximo año, según se informó ayer oficialmente, en línea con los compromisos que el Gobierno se ha mostrado dispuesto a adquirir en la negociación sobre el pacto económico y social. Todo aumento de ingresos en 1985, que por lo que ha trascendido será de unos 670.000 millones de pesetas respecto a los 4,15 billones previstos para 1984, deberá provenir de medidas de gestión y de la lucha contra el fraude. Esto significará extender el cobro de tributos a quienes hoy no están obligados y perseguir a los que deben pagar y no pagan. Los Presupuestos Generales del Estado prevén subida del 0,8% en la presión fiscal.

La reunión del Gobierno, iniciada el lunes e interrumpida el martes con motivo de la apertura de la actividad parlamentaria, estuvo casi totalmente dedicada a ultimar los proyectos de Presupuestos Generales del Estado para 1985 y las ofertas del Ejecutivo con el fin de lograr un acuerdo económico y social para los próximos dos años. La culminación de ambas tareas por parte del Gabinete ha quedado aplazada, por ser interdependientes, para la próxima semana, según informaron anoche el portavoz del Gobierno, Eduardo Sotillos, y el secretario de Estado de Hacienda, José Borrell.Junto a la influencia que tendrá el acuerdo en los Presupuestos del Estado, el Consejo de Ministros estudió, según Borrell, los porcentajes de participación de las comunidades autónomas en los ingresos del Estado; el cambio en los sistemas retributivos y de pensiones de los funcionarios con motivo de la nueva ley de la Función Pública; la supresión de un número considerable de organismos autónomos para reducir el gasto público; y las posibles medidas de reforma tributaria en lo relativo a familias e incentivos a la inversión.

Tras confirmar lo anunciado la pasada semana, en el sentido de que la presión fiscal del Estado (recaudación sobre el valor añadido en la producción de bienes y servicios o producto interior bruto) aumentará el próximo año 0,8 puntos -no el 1,3% proyectado en principio por el Gobierno-, el secretario de Estado de Hacienda dijo que el incremento saldrá "exclusivamente" de medidas de gestión y de la lucha contra el fraude. "No subirán los tipos impositivos en ninguno de los impuestos", precisó. Sin embargo, no aclaró si las retenciones del impuesto sobre la renta serán modificadas. Dijo que ello debería hacerse, en su caso, por decreto, después de aprobar los presupuestos, y que el Consejo de Ministros no ha estudiado el asunto.

La extensión

Tampoco explicó cuánto crecerá la recaudación por cada impuesto ni el aumento de los indirectos (impuestos sobre el consumo de artículos y servicios), que en los proyectos que han circulado durante las últimas semanas casi igualaban a los directos (sobre los ingresos del contribuyente, como renta, sociedades o beneficios de las empresas, sucesiones, etcétera), lo que no ocurría desde la reforma fiscal de 1978. Sí anticipó que "seguirán primando los directos", y habrá un importante aumento, cercano al 50%, en el impuesto de tráfico de empresas (ITE), recaudado por las empresas, que luego lo repercuten en los consumidores finales. La justificación de este au mento será cobrar a quienes hoy .no pagan y, a la vez, extender la obligación de pago a colectivos ahora.exentos y que deberán afrontar a partir del 1 de enero de 1986 el impuesto sobre el valor añadido, pilar básico de la imposición indirecta en los países de la Comunidad Económica Europea.Las medidas de reforma tributaria, pendientes de la mesa negociadora del acuerdo económico y social, modificarán la fiscalidad familiar y crearán nuevos incentivos a la inversión. Borrell dijo que estos cambios, sobre los que no hay decisión del Gobierno todavía, dependen, en su ajuste, unos de otros, y serán graduales, aunque girarán en tomo a los siguientes puntos:

-Lograr un impuesto sobre la renta más sencillo de cumplir, que genere obligaciones más comprensibles.

-Igualar fiscalmente al matrimonio con los solteros o con cualquier otra situación. Esto significa suprimir lo que hoy a unos beneficia y a otros perjudica, según el secretario de Estado, quien dijo no poder anticipar si la fórmula principal consistirá en que los matrimonios puedan declarar por separado u otros sistemas posibles para que la acumulación de rentas no les perjudique.

-Proteger a las rentas más bajas, que sufren actualmente "una carga fiscal excesiva".

-Limitar desgravaciones fiscales para niveles altos de renta.

-Incentivar el ahorro, sobre todo el más dificil de conseguir, el de aquellos para quienes "ahorrar es un duro compromiso frente al consumo".

El secretario de Estado tampoco se pronunció sobre posibles subidas o reducciones de cotizaciones a la Seguridad Social, que modificarían la presión fiscal y su reparto. Pero fue rotundo al afirmar que el déficit del Estado bajará desde el 5,5% del PIB en este año al 5% el próximo (1,44 billones de pesetas), con gastos cercanos a los 6,16 billones, cifra inferior en 200.000 o 300.000 millones a las dos hipótesis de presupuestos manejadas en julio y agosto.

Sobre el porcentaje de participación de las comunidades autónomas en los impuestos del Estado para el próximo año, expresó la esperanza de llegar a un acuerdo la próxima semana, "y muy especialmente con Cataluña, cuya comisión mixta se reunirá el próximo lunes".