El Festival Internacional de Cine de San Sebastián se inicia hoy con la esperanza de recuperar el pulso perdido
200 películas serán presentadas en el certamen donostiarra
Una colección de fuegos artificiales y la actuación de los dantzaris vascos darán paso esta noche, en el teatro Victoria Eugenia, a la 32ª edición del Festival Internacional de Cine de San Sebastián. El presidente del Gobierno vasco, Carlos Garaikoetxea, el realizador italiano Marco Ferreri, otras personalidades de la cinematografía internacional y más de 300 informadores españoles y extranjeros asistirán a la ceremonia inaugural y a la proyección de Il futuro e donna, la última película de Ferreri, que abre el certamen donostiarra. El festival donostiarra trata en la edición de este año de recuperar el pulso perdido, en la edición anterior presentando una programación que se anuncia de mayor calidad y seleccionada con más rigor, una sección de vídeo que sigue mina evolución ascendente y un nuevo mercado de cine-televisión que reúne en San Sebastián a más de 20 cadenas europeas.
Se abre también una nueva etapa en la que el festival deberá reestructurarse a sí mismo, replantearse su futuro y definirse con una nueva personalidad en relación con el resto de los certámenes internacionales. Un debate siempre latente en el seno de la organización, que por primera vez en los últimos años ha empezado a plantearse abiertamente ante la opinión pública.El alcalde de la ciudad, Ramón Labayen, se ha interrogado públicamente sobre la orientación futura de un certamen que perdió en 1980 la categoría competitiva de la Federación Internacional de Productores (FIAP) y que desde esa fecha no ha encontrado una nueva definición.
De las casi 200 películas finalmente seleccionadas, 19 concurren a la sección oficial, el escaparate del certamen. El retraso en el subtitulado en castellano de Río abajo, de José Luis Borau, impide a esta película estar presente en la sección oficial, junto con las también españolas Tasio, de Montxo Armendari, La noche más hermosa, de Manuel Gutiérrez Aragón, y Fanny Pelopaja, de Vicente Aranda. El comité de selección ha rechazado la película argentina Darse cuenta, juzgada de baja calidad en relación al nivel que se atribuía al certamen, y su lugar será ocupado por Cuarteles de invierno, de Lautaro Murua. Tres obras de esta sección han sido estrenadas en otros- festivales internacionales: París Texas, de Win Wenders; Rumble fish, de Francis Ford Coppola, y la propia Il futuro e donna, de Marco Ferrari.
Problema de fechas.
La organización vuelve a cuestionarse la oportunidad de las fechas del festival. Su director, Carlos Gortari, no cree necesario trasladar el certamen a otro momento del año, , ya que, en su opinión, en la actualidad San Sebastián puede ejercer el papel de inaugurar brillantemente la temporada cinematográfica española. Otros miembros de la organización defienden lo contrario, con el argumento de que el festival no alcanzará la categoría competitiva mientras se celebre tras los certámenes europeos de Berlín, Venecia y Cannes.
Ramón Labayen, presidente de la fundación municipal propietaria del festival, se ha hecho eco estos días de los reproches que los círculos cinematográficos internacionales hacen a las instalaciones del teatro Victoria Eugenia y el hotel María Cristina, escenarios del certamen. El ayuntamiento ha recuperado ya para el festival los bajos del Victoria Eugenia, utilizados hasta hace poco por entidades privadas, y se ha aprobado un presupuesto de casi 1.000 millones de pesetas para, en el plazo de seis años, convertir al María Cristina en un hotel de cinco estrellas. 'Ahora que empieza a nacer un cine vasco, que dentro de año y medio San Sebastián dispondrá de un centro de producción importante y que parece que nuestro teatro empieza a mejorar, liquidar el festival después de 30 años no me parece razonable", ha declarado el alcalde de San Sebastián. Y ha añadido: "Es evidente que hace falta, eso sí, un esfuerzo de adaptación a las necesidades de' la industria actual".
En la misma perspectiva no parece gratuito afirmar que el cine vasco o, mejor, sus protagonistas son también fruto de un festival que a lo largo de su historia ha aportado a la ciudad y al País Vasco una conciencia cinematográfica y un acontecimiento cultural que no hubiera podido nacer de otro modo.
El hecho de que el Departamento de Cultura del Gobierno vasco haya estado alejado de la, organización del festival en las últimas ediciones y no posea un proyecto propio sólo cabe atribuirla al desconcierto, a la insedad y a la provisionalidad en que ha navegado el certamen. Mucho más si se tienen en cuenta las iniciativas, casi siempre espontáneas, que empiezan a generarse en la sociedad vasca en torno al cine y al vídeo y que existe un concurso de cine en el que ,participan numerosos cineastas naturales o residentes en el País Vasco. Por ejemplo, un centenar de aficionados ha constituido una productora que concurre con dos obras propias al festival de vídeo de este año. Son signos de que alrededor del apoyo institucional y del propio festival ha empezado a despuntar una cultura cinematográfica.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.