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El enfrentamiento Este-Oeste bloquea el acuerdo sobre el documento final de la conferencia de población en México

ENVIADO ESPECIALEl secretario general de la ONU, Javier Pérez de Cuéllar, que se encuentra en México para clausurar hoy la Conferencia Internacional de Población, considera que "es un error llevar las confrontaciones ideológico-políticas a las reuniones técnicas ni interferir en sus soluciones". Pérez de Cuéllar ofreció su mediación para tratar de alcanzar un acuerdo sobre los puntos todavía sin resolver, como las recomendaciones relativas al desarme, la ocupación de territorios y la "movilización ilimitada" de cerebros, bloqueadas a causa del enfrentamiento Este-Oeste que divide a los 150 países reunidos en México desde el pasado 6 de agosto.

En sus primeras declaraciones en México, el secretario general de la ONU insistió en que en una reunión de tanta trascendencia como la Conferencia Internacional de Población "puede haber divergencias filosóficas o técnicas sobre determinados aspectos, pero las conferencias técnicas deben ser llevadas con criterio técnico y no debe permitirse que: las confrontaciones ideológicas interfieran en sudesarrollo". Preguntado sobre la falta de acuerdo en torno a varios temas críticos, se remitió a la información que le suministre el secretario general de la conferencia, Rafael M. Salas, "para ver de qué manera puedo yo contribuir", dijo, "a dar solución a esos problemas, que espero sean pasajeros".

Uno de los puntos de conflicto es el del desarme, en el que Estados Unidos se ha opuesto duramente a que la declaración de México incluya una recomendación condenando la carrera armamentista e invitando al desvío hacia fines socioeconómicos de los recursos destinados a armamento como remedio de los problemas poblacionales. A última hora, la solución parecía ser pasar esta materia al preámbulo de la declaración y aminorar así su carga política.

Por lo que se refiere al problema de los territorios ocupados, existen negociaciones para que Estados Unidos retire su propuesta de eliminar la recomendación número 34, si hacen igual los siete países árabes que propusieron, en apoyo de la Organización para la Liberación de Palestina, que la conferencia condene "en particular, la ocupación israelí de los territorios palestinos y árabes".

Otra de las recomendaciones con carga política que se ha colado en los trabajos de la Conferencia Internacional de Población ha sido una enmienda de Estados Unidos al texto sobre migración internacional. La propuesta consiste en que se proteja la "movilidad ilimitada" de los trabajadores especializados, esto es, que se recomiende impedir la retención de cerebros y, por el contrario, se den facilidades para su fuga a otros países. La Unión Soviética, Polonia y Ucrania se han opuesto a la enmenda norteamericana, por entender que tal movilidad ilimitada paralizaría los procesos de desarrollo de muchos países, precisamente los menos desarrollados, en beneficio de los más poderosos, con capacidad para "comprar a precio de oro" el talento humano, en perjuicio del progreso económico del país de procedencia.

En cambio, la cuestión del aborto, con la que tanto revuelo organizaron Estados Unidos y el Vaticano, ha quedado resuelta a gusto de ambos Estados y de casi todos los demás. Como informó este periódico el domingo último, la declaración de México incluirá algo que resultaba obvio, pero que, ante las dudas planteadas, ha sido necesario puntualizar: la recomendación a los Gobiernos para que no promuevan el aborto como método de planificación familiar.

Como estaba previsto, la primera consecuencia de ese texto ha sido el inmediato anuncio norteamericano de que continuará contribuyendo económicamente al Fondo de las Naciones Unidas para Actividades en Materia de Población (FNUAP).

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