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Eulalio Ferrer presenta su libro 'Santander-Mexico' una reflexión no amarga sobre la realidad del exilio

Eulalio Ferrer, publicista afincado en México tras la guerra civil, conocedor del proceso de los exiliados españoles -él prefiere hablar de transterrados- en aquel país, confiesa su vocación literaria, inclinación de la que ha dejado huella en el campo de la publicidad, para explicar lo que denomina "diario discontinuo" y que bajo el título de Santander-México acaba de publicarse. El libro, una reflexión no amarga sobre el exilio, se presenta hoy en la Fundación Santillana.

Santander-México recoge una amplia selección de conferencias, artículos y correspondencia, de la que es autor Eulalio Ferrer. La presentación, que tendrá lugar en la villa cántabra de Santillana del Mar, coincide con la muestra de arte mexicano que se realiza en la citada fundación.Los escritos que integran el libro, seleccionados por Carlos Galán, Aurelio García Cantalapiedra y Valeriano García-Barredo, son para Ferrer una serie de "testimonios personales, aconteceres diversos, confesiones íntimas a lo largo de un tránsito acelerado, el que va de la juventud a la madurez. Entre Santander, la tierra que me hizo, y México, la tierra en que me he hecho". El libro es también una reflexión lúcida y en absoluto amarga de la realidad del exilio y a través del cual se evidencia la vocación literaria de Ferrer que las circunstancias hicieron imposible. "Al poco de llegar a México", dice Ferrer, "empecé a trabajar en el diario El Universal y después pasé a dirigir una revista titulada Mercurio, desde la que cambié a la carrera publicitaria".

Desde su formación autodidacta y la inclinación cultural heredada de su padre, un tipógrafo socialista santanderino al que define como "hombre de cultura pragmática, integrante de esa generación de espléndidos tipógrafos españoles a la que perteneció Pablo Iglesias", Ferrer introduce en el campo publicitario elementos novedosos que le valdrían, años después, el reconocimiento internacional. Es, sin embargo, este campo de su actividad, al que ha dedicado 40 años y en torno al cual ha publicado una decena de libros, el que en menor medida se refleja en los escritos reunidos en el presente libro.

Creador del premio de novela Ateneo de Santander, que este año cumplió su décima edición y que en una primera etapa llevó el nombre de su padre, Ferrer afirma que una de las razones que condicionaron la puesta en marcha de dicho premio, además de su deseo de vincularse a la tierra en que nació, fue "el deseo que yo tenía de ganar un premio literario". Hombre de vocaciones fuertes, Ferrer sedimentó éstas con el contacto directo con una generación de escritores y periodistas cántabros a los que por el oficio de su padre y su propio interés se acercó desde muy joven: desde el periodista Luciano Malumbres, director del periódico radical-socialista La Región de Santander, hasta la escritora y folklorista, diputada socialista en las Cortes dela II República, Matilde de la Torre.

Con Matilde de la Torre y otros cientos de refugiados españoles, entre ellos numerosos militares que permanecieron fieles a la- República, viajó Ferrer en 1940, y así lo refleja en uno de los escritos con mayor carga emotiva del libro que transcribe la conferencia pronunciada en la Fundación Santillana hace dos meses en la, conmemoración del nacimiento de la escritora, hasta el país centroamericano en el buque Cuba. Del contacto con la escritora, durante los 41 días de navegación, no exenta de peligros tras haber abandonado la Francía ocupada por la Alemania nazi, surgirá una amistad que solo la muerte de la escritora en el exilio mexicano quebraría.

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