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Impresionante éxito del cine español en Buenos Aires

ENVIADO ESPECIALDe nuevo se repitió el clamor del año anterior cuando los actores y directores de cine españoles saludaron desde el escenario como despedida de la muestra cinematográfica que inicia la Semana Española, prolongada ahora con una exposición sobre Ortega y Gasset y su tiempo que inaugurará el presidente Raúl Alfonsín.

En los últimos momentos de proyección de Las bicicletas son para el verano, el aplauso del público se inició ya unánime y cerrado, con gritos de "¡Bravo!" y entusiastas exclamaciones, incrementadas cuando Amparo Soler Leal, la protagonista del filme, saludó en primer lugar: "A todos nos ha llegado ya el verano". Idéntico entusiasmo se había despertado en la sala el día anterior, cuando Charo López y Gonzalo Suárez presentaron Epílogo, con una brillante y divertida alocución del director en torno a la narración de historias que concluyó con un deseo: "Que nadie escriba vuestra historia, que vosotros mismos la escribáis".

Es tal el calor del público argentino respecto al cine español que, como en los lejanos tiempos de las estrellas, los aplausos seguían oyéndose en la calle obligando a los actores a saludar desde sus automóviles como en las visitas oficiales de líderes políticos. Cierto es que esta II Semana de Cine no ha provocado el mismo impacto de la del año anterior, pero no a causa de la calidad de las películas elegidas, sino por la nueva situación política que se vive en el país. La delegación española fue recibida la primera vez como portavoz de una democracia que en Argentina se envidiaba; ahora los canales de expresión locales son numerosos y libres, el cine puede colocarse ya en su justo lugar. La experiencia que vivirán las películas españolas que han sido adquiridas para su explotación comercial -Los santos inocentes y La muerte de Mikel serán los primeros estrenos- ayudará a normalizar la recepción de este cine, que en Buenos Aires aún se traduce en acontecimiento.

Los estudiantes de institutos de cine y teatro han secundado la semana organizando entrevistas y mesas redondas en torno al cine español. La posible firma de un convenio cinematográfico entre Argentina y España es una de sus metas soñadas, toda vez que Camila, el filme de mayor éxito en las carteleras bonaerenses, es una coproducción entre ambos países, y de ahí la aparición estelar de Imanol Arias, que, en cierto modo, ha reemplazado este año a José Sacristán en las preferencias del público argentino. Muchos creen que el éxito de Camila es consecuencia de la participación española (la fotografía es de Fernando Arribas), olvidando su carácter de melodrama y el suave escándalo que produce una historia de amor con un sacerdote: aunque Camila se inspira en un hecho real, otras películas similares surgieron en España durante la última etapa del franquismo.

Los estudiantes, que conocen el actual cine español hasta en sus detalles, se asombran de su capacidad de producción, superior sin duda a la que ahora es posible en Argentina. La muestra de las siete películas que han compuesto la semana se ha visto acompañada por la emisión televisiva de Los gozos y las sombras. El éxito de la serie es similar al logrado en España.

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