_
_
_
_
_

El recuerdo de la censura que persiguió al 'Capitán Trueno' clausura la Semana de la Historieta

Unas 20.000 personas acudieron durante la pasada semana a la I Semana de la Historieta en Madrid, que ayer se clausuró en el Palacio de Congresos y Exposiciones. Alrededor de 50 profesionales de la historieta, entre dibujantes y guionistas, se reunieron a lo largo de esta manifestación para celebrar conferencias, mesas redondas y actos de creación espontánea ante el público. Una de las últimas actividades fue el homenaje a El capitán Trueno, con participación de su guionista, el escritor catalán Víctor Mora, que rememoró la lucha de esta historieta con la censura franquista.

Uno de los logros obtenidos por esta semana ha sido la puesta en contacto entre los profesionales del medio y los lectores, ya que se ha tratado, ante todo, de un encuentro cultural más que industrial.Víctor Mora se refirió al personaje al que dio vida hace casi treinta años, al Capitán Trueno, con palabras casi de sorpresa: "Porque nunca acabo de creer que después de tanto tiempo todavía despierte el interés de la gente".

En el acto de homenaje de ayer, Víctor Mora hizo un amplio recuento de las difíciles relaciones que su famoso personaje mantuvo con la censura franquista. Algunos de esos desencuentros pueden ilustrar hoy el clima cultural de la época que terminó con la muerte del dictador.

Dibujos de las tiendas separadas

Recordó que la reedición de esta popular historieta se encuentra detenida debido al pleito interpuesto por él mismo ante la editora, que se niega a reconocerle los derechos de autor para esta nueva publicación.Victor Mora, que era directivo de Editorial Bruguera, empresa contra la que ahora está querellado, cuando inventó El capitán Trueno, rememoró en su charla de ayer las dificultades de censura con que tanto él como Miquel Ambrós, el primer dibujante, tropezaron en los tiempos del franquismo: "Se tenían muchas reservas acerca de la relación que El capitán Trueno mantenía con Sigrid, puesto que no estaban casados, tampoco estaban prometidos, ni yo quería que se casaran nunca. En las viñetas, como Sigrid y Trueno viajaban juntos, teníamos que dibujar muy claramente las tiendas separadas en las que dormía cada uno".

También habló ayer Víctor Mora de la censura de tipo político a que se vio sometida su creación literaria: "Hubo un tiempo en que se nos impedía utilizar espadas y puñales, por aquello de que las armas sólo las podían tener determinados estamentos, y por eso, de vez en cuando los tebeos del Capitán Trueno parecían de lo más subversivos, ya que podíamos ver multitudes con el puño en alto y parecían una manifestación del primero de mayo".

Aparte de Ricardo Acedo, que dibujó diecisiete historietas del Capitán Trueno mientras Mora estuvo en la cárcel por su antifranquismo, participó en el homenaje Armando Soto, investigador que ha escrito una tesis sobre el popular personaje. Soto destacó la ruptura ideológica que El capitán Trueno supuso en relación con cómics anteriores completamente fascistoides, como El guerrero del antifaz. Incidió también en varios aspectos que hicieron del héroe de Víctor Mora un personaje distinto: "La ausencia de maniqueísmo, sus relaciones, duras, con el poder, sus relaciones con la Iglesia, que siempre se desarrollaron a nivel de clero bajo, humilde, nunca de jerarquías, la ausencia de mando en el grupo que capitaneaba, la contención de la violencia y, por último, el papel, completamente moderno e independiente de la mujer, tanto en Sigrid como en los personajes femeninos secundarios".

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_