Reagan, dispuesto a "reunirse en cualquier momento" con Chernenko para mejorar las relaciones Este-Oeste
El presidente norteamericano, Ronald Reagan, anunció ayer que está dispuesto a "reunirse y hablar en cualquier momento" con el líder de la URSS, Konstantín Chernenko, en torno a "un amplio abanico de temas sobre los que ambas partes deseen Negar a un acuerdo" con vistas a una mejora de las relaciones entre el Este y el Oeste.
Reagan hizo tales manifestaciones en una conferencia de prensa en la que la cuestión de la eventual cumbre fue objeto de la mayoría de las preguntas, 48 horas después de que dos senadores republicanos, Charles Percy y Howard Baker, urgieran al líder de su partido a iniciar conversaciones con los soviéticos sin condiciones previas y tras las críticas que algunos de los aliados, en especial el primer ministro de Canadá, Pierre Trudeau, realizaran en la reciente cumbre de Londres a la rígida postura de Reagan en sus relaciones con los líderes del Kremlin.Hasta ahora, y en repetidas ocasiones, Reagan había puesto dos condiciones para entablar conversaciones con Chernenko: primero, que tenía que existir una agenda específica, y segundo, que debían existir posibilidades razonables de llegar a un acuerdo tras la reunión.
Pero el jueves (madrugada del viernes en España), al ser preguntado si ya no era necesaria la existencia previa de una agenda específica, respondió: "No estoy hablando de que tenga que haber una reunión prefabricada con una serie de puntos ya acordados, pero sí una agenda con un amplio abanico de temas sobre los que ambas partes deseen llegar a un acuerdo. Esto es suficiente para mí". Reagan añadió que, sin embargo, son los soviéticos los que han insistido en que quieren una "agenda preparada minuciosamente".
Preguntado en repetidas ocasiones si esta declaración implica un cambio de postura y significa una invitación a los líderes soviéticos, el presidente, tras aclarar que no se había alcanzado el punto de la invitación formal, señaló: "Nos hemos mantenido en contacto en diversos temas bilaterales que creíamos que tenían que ser discutidos entre ambos. No incluyo, desde luego, las negociaciones sobre control de armas nucleares, que están suspendidas desde que ellos abandonaron la mesa de negociaciones, pero mantenemos una diplomacia silenciosa en torno a muchos temas". Reagan descartó que el inicio de conversaciones tenga que estar supeditado a la vuelta de los soviéticos a estas negociaciones. Aunque esto no se produzca, dijo, "estoy dispuesto a reunirme con Chernenko".
El presidente quiso dejar bien claro que él no ha puesto impedimentos en la buena- marcha de las relaciones con la Unión Soviética, y recordó que desde que está en la Casa Blanca ha habido tres jefes de Estado en la URSS: "Al primero lo conocí personalmente; el segundo estaba muy enfermo para reunirse y el tercero acaba de instalarse en el poder", con lo que parecía dar a entender que la otra parte ha favorecido el estancamiento. "Hasta ahora ellos han sido los únicos que no han respondido", dijo.
Este cambio de tono del presidente, como ha sido calificado por fuentes de la Administración, parece obedecer a la preocupación de los consejeros políticos de la Casa Blanca de que la reelección de Reagan se vea dañada por el miedo de los electores a un incremento de las tensiones con Moscú. En este sentido, el presidente afirmó que no pretendía «jugar políticamente con este tema" y que su interés en negociar con los soviéticos era legítimo. "La puerta hace tiempo que está abierta", dijo, "y de vez en cuando nos asomamos para ver si alguien sube por las escaleras".Aunque no descartó que la cumbre pueda celebrarse antes de las elecciones norteamericanas, Reagan apuntó que no esperaba que los soviéticos dieran un solo paso para ayudarle a ganar las elecciones, "pero una vez que sea reelegido, entonces pienso que negociarán".
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