Alfonsín inicia hoy en Madrid su primer viaje oficial al extranjero
El presidente de la República Argentina, Raúl Alfonsín, inicia hoy en España la primera visita oficial que realiza a un país extranjero desde que fuera elegido jefe de Estado en las elecciones del 30 de noviembre de 1983, que restauraron la democracia en su país. Argentina, como buen número de países latinoamericanos, ve en el tránsito pacífico español hacia la democracia un ejemplo a seguir.
España, por su parte, pone el acento en el apoyo a la democracia argentina, de cuyo éxito dependen las evoluciones políticas inmediatas de sus vecinos Uruguay y Chile, y en cierto modo -dado el fenómeno de las fichas de dominó que suele darse en Suramérica- las del resto de los países del subcontinente.Raúl Alfonsín permanecerá cinco días en España, de los cuales dedicará dos para viajar a Galicia, la tierra de sus antepasados y de los antepasados de muchos de sus compatriotas.
El presidente argentino almorzará hoy en privado con los Reyes -que esta noche le ofrecerán, además, una cena de gala- y recibirá por la tarde al presidente del Gobierno, Felipe González. Para formalizar la identidad hispanoargentina, al final de la visita de Alfonsín a Madrid éste y el presidente del Gobierno español, Felipe González, firmarán un comunicado conjunto en el que manifestarán la coincidencia de sus puntos de vista en los asuntos que se traten durante las conversaciones de los dirigentes de ambos países.
La deuda externa
La fuerte deuda exterior argentina -país que debe unos 40.000 millones de dólares (más de seis billones de pesetas)- será uno de los asuntos que Alfonsín tratará en Madrid. Según han revelado fuentes diplomáticas argentinas, en el comunicado final Alfonsín- González se hará referencia a la reapertura de una línea de crédito, que fue otorgada en 1979, de 105 millones de dólares (cerca de 16.000 millones de pesetas).Las relaciones políticas con Argentina sufrieron un duro revés en 1976, año en el que una Junta Militar, encabezada por el general Jorge Rafael Videla, ponía fin al régimen de libertades, justo cuando en España, un año después de la muerte del general Francisco Franco, se iniciaba la restauración de la democracia.
Sin embargo, a lo largo de estos años, una red de interconexiones personales -muchas veces, apoyada en el exilio argentino en España y la tradicional emigración económica española en Argentina- se superpuso a estas dificultades, ayudando mucho al nuevo impulso del diálogo entre Madrid y Buenos Aires.
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