Un grupo de toxicólogos europeos comprueba en Madrid los avances en la investigación sobre el síndrome de la colza
Un grupo de toxicólogos europeos celebró durante el pasado fin de semana en Madrid una reunión sobre la situación actual de las investigaciones relativas al síndrome tóxico. Los científicos comprobaron la existencia de nuevas pruebas experimentales que indican avances en la investigación, sobre la hipótesis ya manejada de la toxicidad de las anilidas de ácidos grasos encontradas en aceites adulterados.
Según la información facilitada al final de la reunión, se trata del encuentro semestral del subgrupo consultor de toxicología de los Consejos Europeos de Investigación Médica (European Medical Research Councils, EMRC) y Fundación Científica Europea (European Science Foundation, ESF) organizado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en su calidad de miembro del ESF. El objeto principal de esta reunión, que estaba prevista desde el pasado mes de enero, ha sido conocer la situación actual de la investigación del síndrome tóxico, cuyo esclarecimiento sigue siendo un problema de interés para los organismos de investigación biomédica europeos, según señaló el coordinador, Angel Pestaña.Asistieron, en calidad de invitados, diferentes científicos españoles implicados en el problema a través del Plan Nacional del Síndrome Tóxico y del CSIC.
Los asistentes a la reunión, entre cuyos invitados españoles figuraba la doctora Susana Sans, directora de la comisión de epidemiología del Plan Nacional del Síndrome Tóxico, han señalado que persiste la incertidumbre epidemiológica acerca de las partidas de aceite cuyo consumo esté inequívocamente asociado con el síndrome.
Mercado clandestino
Ello es debido al carácter clandestino del mercado de aceites fraudulentos, a lo tardío de su identificación como vehículo de intoxicación y a la inadecuación de la forma de recogida, clasificación y almacenamiento de las muestras.
Queda por cubrir un amplio frente de investigación epidemiológica de los factores de riesgo individuales, asociados a los hábitos alimentarios (carencia de vitamina E, por ejemplo) y a las predisposiciones de tipo congénito (disenzimias, respuesta inmune alterada). Se estudia la presencia de otros derivados de la anilina y otras sustancias.
En cuanto al aspecto de investigación básica, el estudio químico de aceites sospechosos ha revelado, además de las anilidas de ácidos grasos, la presencia de otros derivados de anilina y derivados clorados de ácidos grasos. Estos compuestos parecen proceder del uso de ácido clorhídrico para eliminar anilina en las maniobras de refino de aceite adulterado. Otras Muestras de aceites sospechosos contienen cantidades relativamente altas de solventes orgánicos (tricoloroetileno, percloroetileno), utilizados seguramente en el proceso de extracción de grasas líquidas de origen animal y aceites de semillas. No se han detectado trazas de pesticidas, aflotoxinas ni tóxicos industriales comunes en ninguna de las muestras analizadas.
Dos aspectos han centrado la atención de la reunión. La demostración del carácter antigénico de las anilidas para el conejo, con producción de anticuerpos específicos, lo que explica algunas (le las manifestaciones alérgicas del síndrome en su fase aguda (picor, exantema, dolor de cabeza, fiebre ... ), y la demostración experimental del efecto directo de las anilidas de ácidos grasos sobre -el metabolismo del ácido araquidónico en leucocitos humanos y macrófagos peritoneales de rata, con la producción de sustancias activas muy potentes (leucotrienos) que están implicados en la producción de los infiltrados celulares agudos y crónicos.
Aunque es mucho todavía, lo que queda por estudiar, estas dos observaciones ofrecen -según los científicos reunidos- unas perspectivas muy interesantes para la comprensión de la patogenia del síndrome tóxico, especialmente en su fase aguda.
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