El presidente del Gobierno admite en Bilbao la necesidad de establecer una política autonómica diversificada
El presidente del Gobierno, Felipe González, efectuó ayer en Bilbao las primeras declaraciones sobre los resultados de las elecciones catalanas y negó que la derrota sufrida por los socialistas vaya a suponer cualquier viraje en la política del Ejecutivo. Sin embargo, destacó que el proceso autonómico "no tiene que hacerse con fotocopiadora", para subrayar que las autonomías suponen una estructura diversificada, aunque sin discriminaciones. De la lectura de estas elecciones González también saca la consecuencia de que puede abrirse un espacio electoral para una opción de centro.
Durante un breve encuentro con la Prensa en Bilbao, tras el mitin celebrado con motivo del Primero de Mayo, Felipe González dijo que las comunidades autónomas históricas ya han encontrado su techo autonómico antes que las restantes: "La autonomía tiene sentido porque expresa un derecho a la diferenciación entre los pueblos, siempre que tal diferenciación no sea discriminación". Posteriormente, negó que vayan a producirse recortes en las autonomías y minimizó la petición lanzada simultáneamente por Garaikoetxea y Pujol en el sentido de que hay que reordenar todo el proceso.Refiriéndose concretamente al caso del País Vasco, el presidente opinó que las negociaciones con el Gobierno de Vitoria "se pueden encarrilar" en la próxima entrevista que mantendrá en Madrid con el lendakari Carlos Garaikoetxea. Según confirmaron fuentes socialistas vascas, este encuentro tendrá lugar probablemente en la segunda quincena de mayo.
Sobre las elecciones catalanas, Felipe González se limitó a decir que en 1980 Convergència i Unió saltó por encima del PSOE, en 1982 fue el PSOE quien superó a Convergencia, y ahora han sido nuevamente los nacionalistas catalanes quienes se han impuesto. El presidente, que se mostraba cansado, tras haber pronunciado un discurso de más de una hora de duración, atribuyó la derrota electoral del socialismo en Cataluña, a tres factores: al hecho de que, en mitad de una legislatura, se da siempre la mayor desmovilización en el electorado del partido que apoya al poder; a que "nos encontramos en una fase en que la política del Gobierno está sometida a desgaste" y a que una parte del electorado socialista se interesa menos por las elecciones autonómicas que por las generales.
Preguntado sobre si las intervenciones del vicepresidente Alfonso Guerra durante la campaña podrían haber contribuido a restar votos al PSOE, González respondió que Guerra "nunca dice palabras gruesas, ni algo que no tenga un fondo de verdad, lo que hace muy difícil que le desmientan; Guerra nunca ha dicho, por ejemplo, que la política de tal o cual Gobierno sea una mierda".
Refiriéndose a las consecuencias políticas de los resultados de las elecciones catalanas, González dijo que las operaciones de centro que ahora parecen delinearse, "podrían ser una admisión de que aquí la derecha no va a ganar ni de broma". Al tiempo, invitó a proseguir con tales operaciones, "si ello va a significar una consolidación de la democracia, lo que no quiere decir, y sé que me van a acusar de ello, que yo quiera dividir a la derecha".
Remodelación del Gobierno
El presidente admitió que puede plantearse una remodelación del Gobierno a medio plazo: "Eso siempre está presente a medio plazo". Pero negó que tenga decidido nada en concreto, tanto por lo que se refiere al contenido de tal remodelación como a una posible fecha para la misma. En cualquier caso, agregó Felipe González, esta crisis gubernamental nada tendría que ver con la celebración del 30º Congreso del PSOE, porque, afirmó, no puede darse la sensación de que el partido impone cosas al Gobierno.El presidente llegó a Bilbao rodeado de grandes medidas de seguridad y apenas abandonó el recinto de la Feria de Muestras, donde tuvo lugar el mitin, al que asistió la plana mayor del PSOE. El único incidente que se produjo durante la manifestación de UGT -en la que González no participó- fue un violento encuentro con decenas de miembros de la Coordinadora de Parados. El hecho fue despachado por González con un simple "son cosas que suceden".
Enorabuena por fandangos
Entre finos, tacos de jamón y de queso, y el oportuno alivio de los refrescos de cola fue desgranando ayer Jordi Pujol el más querido de sus mensajes políticos: "Soy el presidente de todos". La Feria de Abril de Barberá del Vallés, que agolpaba a cientos de miles de personas, la mayoría de ese sector social que se conoce como catalanes de adopción, era un escenario idóneo, a los dos días de las elecciones, para reafirmarse en su proclama electoral. Millón y medio de personas, desde el viernes, afirman los organizadores, pasaron por el real de la feria, un enclave de Andalucía en Cataluña que Pujol ya recorrió en plena campaña."No busco nada", dijo ayer Pujol al iniciar su recorrido por un paisaje blanquiverde, a modo de gran patio sevillano nacido por arte de magia a la vera de las torres de hormigón, de cuyo fondo surgían los fandangos que los asistentes acompañaban con palmas. "No me hagan cantar, que no es mi oficio. Yo tengo otras responsabilidades", declaraba Pujol, ladeando levemente la cabeza y ratificando con su mano la negativa a hacer cualquier cosa que se saliera de lo que se espera que haga un presidente de la Generalitat. "Yo soy el presidente lo mismo de aquellos que representan los valores más profundos de Cataluña que de aquellos que encarnan los valores más nuevos".
En su nueva visita a la versión catalana de la Feria de Abril de Sevilla, Pujol no se cansó de repetir a los que pugnaban por darle la mano que no buscaba nada. De caseta en caseta, ponía el acento en las mismas palabras: "El presidente de Cataluña que voy a seguir siendo tiene que estar abierto a toda la gente que vive en Cataluña, a los que nos votaron y a los que no". Mientras presentaba a su esposa -"ésta es la Marta, ya la conocéis"- y hablaba de sus siete hijos, encontró la respuesta que buscaba en las palabras del presidente de la Federación de Entidades Culturales Andaluzas en Cataluña, Juan José Guisado: "Enhorabuena, presidente. Por haber sabido contactar con esa parte del pueblo de Cataluña de origen andaluz que mayoritariamente está hoy aquí, en esta feria, que forma parte del gran árbol que es Cataluña".
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