España y la Comunidad Económica Europea llegan a un acuerdo final sobre el capitulo de patentes

Tras concesiones por ambas partes y cuatro largos y difíciles años de negociación, España y la Comunidad Económica Europea (CEE) cerraron ayer el complejo capítulo de las patentes. El importante sector químico y farmacéutico español dispondrá hasta 1992 de cierto respiro. Pero la CEE ha impuesto a España un régimen más duro que el adoptado en su día para Grecia, Irlanda o Dinamarca, que ingresaron en anteriores ampliaciones de la Comunidad.

A partir de 1002, España instaurará la patente de productos, que no existe en la actualidad, para el sector químico y farmacéutico, donde reina un permisivo sistema de patentes de procedimiento, a la sombra del cual se ha desarrollado toda una industria. Para las patentes posteriores a la adhesión en 1986 se aplicará un sistema según el cual el que fabrique un producto tendrá que demostrar, en caso de serle exigido, que no ha copiado el procedimeinto de fabricación a un competidor.Para las patentes existentes antes de la adhesión, normalmente de una vida de 20 años, se instaurará a partir de 1992 (la CEE quería hacerlo en 1988) un sistema según el cual será el juez quien decida la apertura o no de un expediente contra el acusado, con una caución para el demandante, dado que el proceso puede desvelar secretos industriales.

En cuanto a la libre circulación de productos químicos y farmacéuticos fabricados en España bajo licencia extranjera, queda restringida su exportación hacia la CEE hasta 1995, habiendo rebajado los diez sus pretensiones. Se quiere evitar así una competencia desleal, dados los menores costes de producción en España. Es el diktat de las multinacionales. Grecia, Dinamarca e Irlanda gozan de regímenes más laxos. Pero el sector es más importante en España que en estos países. El caso es que el nuevo sistema prima a los países y *empresas con investigación propia. Una oportunidad para España si la aprovecha. Pero la fórmula costará dinero. A partir de 1986, y especialmente 1992, será más difícil fabricar nuevos productos químicos y farmacéuticos en España. El Estado tendrá que compensar a las empresas que pierden en este cambio.

Intercambios comerciales

Por otra parte, se cerraron ayer tres puntos del capítulo de relaciones exteriores referentes a los intercambios comerciales con los países del Mediterráneo, de África, Caribe y Pacífico (firmantes ¿le la Convención de Lomé con la CEE) y de los sistemas de preferencias generalizadas. Españas logró algo más de la mitad de sus pretensiones.

Con el acuerdo sobre las patentes se han cerrado ya nueve de los 17 capítulos de la negociación. El ministro de Asuntos Exteriores español, Fernando Morán, que presidió, por parte de España, esta 2T sesión a nivel ministerial, considera aún posible acabar la negociación de adhesión el 30 de septiembre de este año, fecha que nadie en la CEE considera ya viable. De hecho, según la presidencia francesa de la CEE, ayer tendrían que haberse entregado declaraciones comunitarias sobre agricultura (respuesta a la española) y pesca. No ha sido así, aunque esta última debería llegar en mayo.

La fecha del 1 de enero de 1986 para el ingreso de España y Portugal no está aún en peligro, aunque "contando siempre con Dios y con la señora Thatcher", según manifestación de Fernando Morán. En efecto, el ingreso depende de la previa resolución de los problemas internos de la CEE. Morán !mantuvo una conversación bilateral con su homólogo francés, Claude Cheysson, que, entre otros temas, versó sobre "proyectos y contratos que pueden beneficiar a la industria francesa".

Por otra parte, la CEE acordó ayer otorgar una ayuda a la creación de estructuras agrícolas adecuadas en Portugal por valor total de 700 millones de ECU (91.000 millones de pesetas) a lo largo de los diez primeros años posteriores a la adhesión.