Chile recobra la calma después de tres días de protestas contra el régimen de Pinochet

Una relativa calma retornó ayer a Santiago, Valparaíso y Concepción, las tres ciudades más importantes del país, después de tres jornadas de violencia y protesta generalizada contra el régimen del general Augusto Pinochet, en la que millones de chilenos pidieron un pronto retorno de la democracia a su país.Tanto el Gobierno como los diferentes grupos de oposición al régimen militar se acusan mutuamente de haber generado los enfrentamientos a consecuencia de los cuales perdieron la vida seis personas y muchas otras resultaron heridas, la mayoría de ellas durante los violentos incidentes del pasado martes, día fijado para la primera protesta del año contra el régimen militar.

La costumbre de matar

Fuentes policiales y testigos presenciales afirman que cuatro de los muertos lo fueron por balas disparadas por carabineros durante los enfrentamientos, uno por disparos de un civil que los testigos acusan de ser miembro de la policía secreta (CNI) y uno asfixiado por gases lacrimógenos lanzados profusamente por la policía. En este último caso se trataba de una anciana de 84 años.

A las seis víctimas fatales de la protesta del martes se sumó el jueves un joven de 18 años que, junto a otros tres compañeros, trató de asaltar una estación policial en el conflictivo sector de Pudahuel, al oeste de la capital.

Los componentes del grupo dispararon varias veces contra el cuartel y luego huyeron, pero los policías les alcanzaron, produciéndose un enfrentamiento en el que murió uno de los atacantes, Mauricio Armando Megret, y tres carabineros resultaron heridos.

Una intensa operación de búsqueda de los restantes atacantes del cuartel se inició de inmediato en todo el sector, donde precisamente eran velados a esa misma hora tres de los seis muertos de la jornada de protesta.

Por la tarde, centenares de habitantes de esa zona llegaron hasta el cementerio para enterrar a sus muertos al grito de "sí, sí, otra vez, el culpable es Pinochet" y "se va a acabar, se va a acabar, esa costumbre de matar".

Ocupación en Valparaíso

Mientras tanto, los estudiantes universitarios en las ciudades de Valparaíso y Concepción ocuparon sus respectivos centros académicos y exigieron el fin de la represión en los claustros docentes chilenos. Los incidentes con la policía se prolongaron hasta entrada la noche, cuando, mediante negociaciones, se permitió a los jóvenes universitarios salir de los recintos académicos con la garantía expresa de que las fuerzas policiales no les molestarían.

La Comisión de Derechos Humanos chilena revelé que más de 20 personas resultaron heridas de bala y otras fueron detenidas en todo el país durante la jornada de protesta, muchas de las cuales aún permanecen en dependencias policiales.

El Gobierno chileno, mediante una medida de carácter administrativo, facilitada por el estado de emergencia declarado el pasado viernes, desterró ayer a 15 dirigentes políticos por tres meses a desolados pueblos situados en zonas desérticas del país.

La cancillería, por su parte, entregó una declaración oficial en la que critica violentamente al Gobierno de Francia, que había manifestado formalmente su preocupación por los excesos represivos del régimen chileno en la reciente protesta.

El canciller, Jaime del Valle, dijo que la crítica al Gobierno socialista francés era extensiva a todas las naciones que atacaron la reacción del Gabinete ante la protesta popular.