Un hombre de parranda, tímido y triste
"Bateman era un hombre de parranda, pero a su modo. Bailaba bien salsa y el vallenato, y le gustaba hacerlo, pero era un bebedor moderado. Como buen caribe, era tímido y triste, pero disimulaba esa doble condición con su simpatía natural explosiva. Su comportamiento en su 44º (y último) cumpleaños fue lo menos convencional que pueda imaginarse. Recibía a sus invitados en pantalón de baño, brindaba con ellos, conversaba entre grandes carcajadas, bailaba un poco con un conjunto de vallenatos contratado y comía mangos. De pronto se echaba al agua y nadaba por un largo rato, mientras sus invitados seguían la fiesta. Y tal vez era ese su momento más fefiz, pues desde niño era un nadador rápido y ágil. ( ... ) El interés que tenía Bateman de entrevistarse con Belisario Betancur (presidente de Colombia) para entablar un diálogo de paz sin intermediarios se había convertido en una obsesión".
Del artículo Bateman, un misterio sin final, de
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