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44 años en la caja fuerte

El manuscrito que ayer entregó la esposa del presidente francés al jefe del Ejecutivo español, Felipe González, durmió durante 44 años el largo sueño que le impuso el miedo de la guerra civil española. Ayer contaba Lucien Castella, ministro consejero cultural de la República Francesa, cómo halló la primera copia de El doctor Centeno.En julio de 1983, poco tiempo después de incorporarse a su cargo, decidió hacer un registro minucioso de su departamento, y halló en una caja fuerte poco frecuentada una caja que jamás se había abierto y de cuya presencia nadie se había percatado; dentro, con la letra decimonóniéa de Benito Pérez Galdós y fechado en 1883 -100 años antes del descubrimiento-, estaba El doctor Centeno.

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Averiguaciones que son sólo suposiciones, y que Castellano ha podido comprobar, permiten decir hoy que ese manuscrito fue depositado en 1939, antes de que terminara la guerra civil, por algún ciudadano español que deducía que mantener ese libro de Galdós en casa podía acarrearle algún perjuicio personal.

Castella halló el manuscrito envuelto en un papel gris; el descubrimiento le produjo una gran emoción. Su primera reacción fue la de comunicarlo al Gobierno francés, y la segunda fue una sugerencia: ¿por qué no entregarlo al Gobierno español? Enviarlo a las bibliotecas del Patrimonio Nacional francés era la tentación lógica, a la que Castella y la Administración francesa no hicieron caso. "Parecía mucho mejor", decía Castella ayer, "ofrecerlo al Patrimonio español, como una prueba de respeto y como una manifestación más del aprecio que tenemos en Francia por la cultura española".

Lucien Castella tiene muchas dudas sobre la procedencia del manuscrito; en realidad, no tiene certeza alguna sobre quién pudo háberlo dejado en aquella caja que ha resistido el tiempo y la curiosidad de sus antecesores en el despacho de la calle del Marqués de la Ensenada de Madrid. Él supone que la persona que lo depositó ha debido morir.

Para él, en cualquier caso, este descubrimiento se puede convertir en- un símbolo: "Es un símbolo de nuestra amistad y también de la admiración que sentimos por Pérez Galdós, cuya obra es conocida en Francia por él mismo y por la divulgación que ha hecho de algunas de sus novelas otro gran español, Luis Buñuel".

El descubrimiento también ha servido para refrescar un proyecto francés: potenciar la edición de las obras completas de Galdós, que no son conocidas en su integridad en Francia y que el Gobierno va a promover en fecha inmediata. La iniciativa fue del propio Castella, que la dio a conocer recientemente en una de las reuniones de las comisiones culturales de los Gobiernos de ambos países.

Con respecto al tema general de las jornadas culturales que ayer se iniciaron con el almuerzo en el que se hizo la entrega del reiterado manuscrito y con el debú madrileño de la compañía de ballet de la Opera de Lyon, que actuó en el Centro Cultural de la Villa de Madrid, Castella cree que servirán para enlazar la cultura de los dos países. Es cierto, cree Castella, que ahora no existe un trasvase suficiente de la actividad literaria actual, pero considera que esto es consecuencia de la propia situación de la literatura, estimando que el interés global por las identidades culturales francesa y española es incuestionable a ambos lados de las fronteras.

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