Zhao Ziyang afirma que su visita a Estados Unidos ayudará a "preservar la paz en el mundo"

La visita de Zhao Ziyang a EE UU y Canadá, que comenzará oficialmente el próximo martes, ayudará a "preservar la paz en el mundo" y aportará una contribución importante a las "relaciones amistosas" de China con los dos países, según declaró ayer el primer ministro chino, poco antes de iniciar el viaje. Todos los observadores señalan que el diálogo Washington-Pekín entra, con esta visita, en un periodo de estabilidad, por encima de las divergencias sobre cuestiones concretas.

Zhao, que viaja acompañado de una delegación de 70 personas -entre ellas el ministro de Asuntos Exteriores, Wu Xueqian-, tenía previsto efectuar una escala en Hawai y, posteriormente, en Williamsburg, al sur de Washington, antes de iniciar en la capital federal sus entrevistas oficiales con los máximos dirigentes de la Administración norteamericana.Zhao es el primer jefe de Gobierno chino que visita Estados Unidos desde que los comunistas se hicieron con. el poder en 1949, así como el dirigente de mayor importancia que lo hace desde que, en 1979, viajara a Washington el actual hombre fuerte del régimen, Deng Xiaoping, artífice de la normalización entre los dos países.

Tanto esta visita como la que, en el próximo abril, efectuará a China Ronald Reagan han corrido grave riesgo de suspensión a causa del contencioso de Taiwan, país cuyo régimen apoya Washington y que Pekín quiere que se integre en la República Popular China.

La sombra de la suspensión de los viajes ha podido superarse y así, el propio Zhao Ziyang, en una reciente conferencia de prensa, tuvo la precaución de subrayar que no pediría a Reagan la suspensión inmediata y completa de los suministros de armas a Taipei.

Desde el establecimiento de relaciones entre Washington y Pekín, hace cinco años, los dos países han pasado por una fase de quasi alianza contra la Unión Soviética, si bien el contencioso sobre Taiwan envenenó el clima y China empezó a acusar a EE UU de "hegemonismo".

El viaje de Zhao no producirá, estiman los observadores, resultados espectaculares, pero sí permitirá un reforzamiento de los lazos diplomáticos y comerciales cuyos efectos se dejarán sentir a medio y largo plazo. Sé da como prácticamente segura la firma de un tratado de cooperación, que permitirá una participación creciente de EE UU en el desarrollo de las industrias mineras y las prospecciones petrolíferas chinas. Los intercambios comerciales para 1984 alcanzarán en 1984, según el presidente del consejo nacional para el comercio chino-norteamericano, cerca de 6.000 millones de dólares (cerca del billón de pesetas), frente a los 4.400 de 1983.