La madre de un difunto impugna la herencia de más de 200 millones que su hijo donó en favor del arzobispo de Oviedo
Una herencia, integrada fundamentalmente por propiedades, que puede ascender a más de 200 millones de pesetas y que beneficia al presidente de la Conferencia Episcopal Española y arzobispo de Oviedo, Gabino Díaz Merchán, ha sido impugnada por la madre del fallecido, María Teresa García Menéndez, de Luanco (Asturias), una mujer de 82 años, enferma desde hace 20 y que se encuentra imposibilitada física y psíquicamente. La demanda de nulidad se basa en una supuesta falta de capacidad mental del firmante del testamento, Aureliano Gutiérrez García, fallecido en agosto de 1.982 a consecuencia de un derrame cerebral.
Aureliano Gutiérrez tenía 48 años cuando murió. Hasta entonces sólo había visto en dos ocasiones a Díaz Merchán, una de ellas para notificarle el resultado de su testamento.Un mes antes de fallecer, el 7 de julio del pasado año, redactó un testamento en el que dejaba como únicos beneficiarios de su fortuna a Gabino Díaz Merchán y al que fuera su administrador en vida, Celestino López de la Venta. Aureliano Gutiérrez vivía en casa de su madre, en Luanco, en un chalé que se encuentra en la actualidad muy abandonado.
20 años bajo tratamiento psiquiátrico
En relación con la demanda de nulidad, hasta ahora han declarado varias personas, entre ellas el médico que atendió al fallecido, doctor Morán Junquera.Los familiares de María Teresa García manifiestan que Aureliano Gutiérrez estuvo sometido a tratamiento psiquiátrico durante 20 años. Afirman, igualmente, que en la fecha de su fallecimiento continuaba tomando los medicamentos recetados.
Un portavoz familiar ha señalado que dispone de numerosos hechos que prueban el deficiente estado psíquico de Aureliano Gutiérrez. Entre ellos cita que con ocasión del 25º aniversario de la muerte de su padre y la celebración en Luanco del Día de las Misiones, tiró durante nueve días cohetes voladores a las siete de la mañana.
La hermana de María Teresa García, que atiende a ésta desde hace años, afirma que Aureliano Gutiérrez no se llevaba bien con su madre. "Él siempre intentó sacarla de casa y llevarla a una residencia, pero la madre se negaba a salir.
En una ocasión discutieron y como consecuencia él se marchó a vivir fuera de casa durante tres o cuatro meses. La verdad es que en los meses anteriores a su muerte estaba muy mal y de no fallecer hubiera tenido que ingresar en un manicomio".
Silencio del arzobispo
El doctor Morán Junquera confirmó que había atendido a Aureliano Gutiérrez, pero no quiso desvelar públicamente la enfermedad de su paciente, amparándose en el secreto profesional.Tanto Celestino López de la Venta como el propio arzobispo de Oviedo -ambos serán defendidos por un mismo abogado- mantienen un riguroso silencio sobre el tema. Fuentes del arzobispado pusieron de manifiesto a este periódico que es habitual este tipo de herencias.
Los dos beneficiarios del testamento son acusados por los familiares de aprovecharse de una situación que les favorece.
La cuantía de la herencia, consistente principalmente en propiedades, es desconocida, dado que hasta el momento no se ha hecho una valoración real del patrimonio a heredar, fincas rústicas y caserías.
Una de las declaraciones realizadas ante el Juzgado de Instrucción de Avilés hace referencia a que el valor de esas propiedades supera los 240 millones de pesetas.
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