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El Ministro de Finanzas de la URSS afirma que aumentarán los gastos militares para replicar al despliegue de los euromisiles

El líder soviético Yuri Andropov, llevando la contraria a la tradición por cuarta vez en menos de dos meses, tampoco asistió ayer a la apertura de la sesión ordinaria de Soviet Supremo (Parlamento), que hoy o mañana será clausurada en Moscú. Lo más noticiable de un pleno que dedicó toda la atención a los temas económicos y apenas se ocupó de los internacionales estribó en la afirmación del ministro, de Finanzas, Vasili Garbuzov, de que se aumentará el presupuesto militar para 1984, debido a los "arriesgados pasos" de Estados Unidos y la OTAN al desplegar los euromisiles, si bien la cifra ofrecida para el próximo ejercicio coincidía con la de 1983, lo que supone una congelación de los gastos militares.

El ministro de Finanzas, Vasili Garbuzov, hizo durante su intervención en el Soviet Supremo una referencia de pasada al siempre misterioso tema de los presupuestos militares de la URSS. Garbuzov dijo que este capítulo crecería en 1984, debido a los "arriesgados pasos" dados por Estados Unidos y los países de la OTAN al instalar los euromisiles. Sin embargo el responsable de las finanzas de la URSS ofreció la cifra oficialmente presupuestada de 17.054 millones de rublos (unos 3,5 billones e pesetas), que es idéntica a la del año que está a punto de morir. Círculos militares occidentales creen, no obstante, que el presupuesto militar soviético es muy superior y podría alcanzar casi dos veces y media más de lo confesado por las autoridades del Kremlin.Andropov tampoco acudió en riwiembre a la ceremonia solemne ni al desfile con los que se conmemoraba la revolución bolchevique, y tampoco presidió el pleno del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS) que, como es tradicional, precede siempre al Soviet Supremo.

Ayer, en la gran sala del Kremlin que acoge a las dos cita ordinmias que anualmente celebra el Parlamento de la URSS, el lugar preeminente estaba ocupado por el presidente del Consejo de Ministros de la URSS, Nikolai Tijonov, cerca del cual se encontraban el supuesto número dos del PCUS -y presunto rival breznevíano de Andropov-, Nikolai Chernienko; el ministro de Asuntos Exteriores, Andrei Gromiko, y el ministro de Defensa, mariscal Dimitri Ustinov, miembros todos ellos del Politburó, órgano supremo del partido único soviético.

La reunión parlamentaria se desarrolló ayer con los unánimes aplausos habituales y sin intervenciones de más alto nivel que las pronunciadas por el presidente del comité del plan estatal (Gosplan), Nikolai Baibakov, y el minisio de Finanzas, Vasili Garbuzov, quienes, como era de esperar, se limitaron a abundar en lo dicho anteriormente por Andropov, dejando bien claro que este encuentro ordinario del Soviet Supremo no se aparta ni un milímetro de lo previsto, limitándose a aprobar las correcciones hechas a los planes económicos para 1984, dando el obligado espaldarazo oficial a éste y ofreciendo hacia el exterior una imagen monolítica del régimen soviético. Nadie hizo ninguna alusión a la desaparición del líder, que fue, sin embargo, protagonista de varias citas.

El Soviet Supremo conoció también ayer la candidatura del actual líder para las elecciones parlamentarias que tendrán lugar el 4 de marzo, en base a las candidaturas únicas de costumbre.

Sólo en los círculos occidentales de Moscú parecía estar vivo el misterioso clima que rodea la imagen del actual líder, que no ha sido visto en público desde el 18 de agosto. En losambientes oficiales soviéticos se eluden las respuestas cuando se preginta sobre esta ausencia, afirmándose sólo que ésta será "temporal", como decía ya el lunes el propio Andropov en el mensaje dirigido al pleno del Comité Central del PCUS. Naturalmente, nadie se atreve a hablar ya del resfriado que a principios de noviembre sirvió de excusa a su no asistencia a los actos conmemorativos de la revolución bolchevique.

Tres posibles causas

En los mentideros de Moscú se manejan tres posibles causas de esta prolongadísima ausencia del líder soviético, que no tiene ningún precedente en los más de 66 años transcurridos desde la toma del palacio de Invierno de San Peters burgo (actualmente Leningrado):

- Andropov puede padecer una enfermedad que le impide mo verse o le hace sufrir algún tipo de defonnidad que pone en peligro su imagen, pero confía en reponerse, por lo que seguirá dirigiendo desde la sombra el país más grande del mundo.

- El líder soviético se encuentra irreversiblemente enfermo y está preparando su sucesión, que espera ordenar antes de su muerte, o incluso antes de dimitir, lo que sería también insólito, ya que nunca un líder de la URSS abandonó el Kremlin voluntariamente

- Por último, hay quienes eclécticamente, funden y niegan a la vez las dos hipótesis anteriores, quitando importancia. al hecho de que el líder soviético permanezca ausente de las ceremonias públicas, y ven esto como un producto propio del cambio de imagen de la era Andropov, que excluye, como en el pasado reciente, que el máximo dirigente del Kremlin tenga que dejarse ver sea cual sea su estado físico.

Lo que casi nadie parece poner en duda es el hecho de que Yuri Andropov sigue manteniendo en sus manos las riendas del poder, ya que la mayor parte -si no todos- de los nombramientos habidos en el último pleno del Comité Central han recaído en hombres que son considerados como suyos.

Al margen de los rumores desatados en los mentideros occidentales de Moscú, la sesión del Soviet Supremo transcurrió ayer con la acostumbrada normalidad. El jefe del Gosplan, político-economista-insumergible, anuncié incrementos en la producción industrial prevista para el próximo año, que subirá, según sus previsiones, hasta un 3,8%, es decir, un 0,6% más de lo planeado en 1983, que era un 3,2%.

La fórmula de siempre , sin el ingrediente internacional

El último pleno del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS) y la sesión ordinaria, abierta ayer, del Soviet Supremo (Parlamento de la URSS) presentaron una novedad más, además de la que suponía la ausencia del líder Yuri Andropov: ninguna de las dos ha dado lugar a declaraciones oficiales sobre la situación internacional, lo que ha sorprendido bastante en círculos occidentales de Moscú."Tanto el discurso remitido por Andropov al pleno del Comité Central como la sesión del Soviet Supremo se apartan de la fórmula obligada durante las últimas décadas: una dosis de autosatisfacción por el buen funcionamiento del sistema, unas gotas de crítica sobre cómo marchan las cosas y una exposición de la situación internacional. Esta vez ha faltado el último ingrediente de la fórmula", recordaba ayer un veterano observador europeo.

En efecto, la ausencia de valoraciones de la situación internacional ha causado cierto estupor en los mentideros occidentales de la capital soviética. Tanto es así que había ayer quien esperaba que el ministro de Asuntos Exteriores, Andreí Gromiko, completara la faena dirigiéndose al Soviet Supremo. No fue así.

La política agresiva de Estados Unidos fue sólo un punto de referencia -aludido de pasada- en el discurso del presidente del Comité de Planificación Estatal (Gosplan), Nikolai Baibakov, cuando afirmó ayer en la tribuna de ora ' dores que la "economía soviética se ha desa rrollado en las condiciones que re sultan de las intrigas de los círculos imperialistas".

Esta fórmula utilizada por el veterano Baibakov era casi la repetición literal de los escasos pasajes dedicados a las cuestiones internacionales en el discurso que Andropov hizo leer en su nombre en el pleno del Comité Central.

La ausencia de exposiciones sobre política exterior estos últimos días ha servido para añadir algo más de picante a los misterios que rodean al Krenilin, cuyo jefe supremo se encuentra ausente desde hace más de cuatro meses. Sin embargo, en Moscú pocos se atreven a dar un significado concreto a este silencio, que toma especial importancia después de un año de grandes tensiones, al final del cual la OTAN ha comenzado a desplegar los euromisiles.

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