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La Administración ofrece una subida del 6,5% para el precio medio de los cereales

La Administración propuso ayer por la tarde a las organizaciones agrarias que los precios de los productos cerealísticos sometidos a regulación de campaña aumenten para el próximo año entre el 6% y el 6,5%. Julián Arévalo, presidente del Fondo de Ordenación y Regulación de Precios y Productos Agrarios (FORPPA), ofreció, junto a este moderado incremento, una serie de medidas complementarias para apoyar el crecimiento de determinadas producciones.

La desmonopolización del mercado del trigo y diversas ayudas al cultivo del maíz propiciarían, en opinión de los responsables del Ministerio de Agricultura, una desviación hacia estos productos. Las organizaciones agrarias presentes en las reuniones de consulta de precios aceptaron, no sin mostrar su disconformidad, pasar en el primer día de discusión a los nuevos precios y aplazar la posible revisión de las cláusulas de salvaguardia que han estado rigiendo.Ayer por la mañana comenzaron en el FORPPA las rondas de negociaciones sobre precios agrarios con las organizaciones del sector -Confederación Nacional de Agricultores y Ganaderos (CNAG), Jóvenes Agricultores, Unión de Federaciones Agrarias de España (UFADE), Federación de Trabajadores de la Tierra (FTT) y Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG). La posición de partida de las organizaciones profesionales era no discutir los nuevos niveles de precios agrarios hasta que no se aclarara si se habían incumplido o no las cláusulas de salvaguardia aceptadas por el Gobierno para los precios que rigen en la actualidad y las previsiones sobre costes de los inputs (compras de bienes y servicios dentro del sector) para el año actual. El presidente del FORPPA, por su parte, mantuvo la posición de que los precios agrarios deberán modificarse atendiendo no sólo a las necesidades del sector, sino los condicionamientos generales de la economía española.

Productos ganaderos

Las cláusulas de salvaguardia que el Gobierno se comprometió a respetar, a pesar de que la mayor parte de: las organizaciones agrarias no aceptaron los precios fijados en la anterior campaña, se referían a que los precios de los productos energéticos -gasóleo, fertilizantes y tarifas eléctricas- no subirían a. lo largo de 1983 por encima del 7% y que los productos para la alimentación ganadera no lo harían más allá del 15%. Para la Administración, aunque no ha entrado a discutir dichas cláusulas, ambas han sido cumplidas. Cuando a primeros de este mes se produjo el reajuste de los precios de los derivados del petróleo, el que no se modificó, para no rebasar el tope, fue el del gasóleo agrícola.Respecto a los productos de alimentación ganadera, se ha producido una importante elevación de los precios de los artículos importados y el conjunto se ha situado en el 17,3%. Para compensar esta subida, el Ministerio de Agricultura ha permitido en los últimos meses del año que el precio de venta de determinadas producciones ganaderas se haya situado por encima del de intervención, lo que habría compensado los incrementos de los inputs. Al mismo tiempo se han reducido los gravámenes interiores para determindados productos y se ha prohibido la exportación de producciones agrarias 'susceptibles de servir de base de la alimentación animal.

Las organizaciones agrarias no están de acuerdo con estas consideraciones y querían discutirlo antes de entrar a hablar de precios. En especial, quieren saber cuál será el nivel de incremento de los inputs previstos para 1984. La incógnita del nuevo precio del gasóleo -que simplemente fue aplazado, pero para el que se preveía un incremento de entre el 14% y el 17%-, las tarifas eléctricas que se pueden aplicar a lo largo del año, el tipo de cambio de la peseta frente al dólar -lo que influye sustancialmente sobre los precios pagados por maíz importado y soja- y la imposibilidad de mantener congelados por más tiempo los precios de los fertilizantes tiene que ser despejada para que agricultores y ganaderos y el Ministerio de Agricultura puedan fijar unos precios reales.

La propuesta del presidente del FORPPA de subida de los cereales entre el 6% y el 6,5% muestra por dónde se quiere ir. Esta elevación de los precios de garantía significa algo más de un punto para los precios reales que perciben los agricultores.

Junto a este incremento, Julián Arévalo ofreció la liberalización del mercado del trigo, que tendrá repercusiones positivas para los ingresos de los agricultores, al romper con el monopolio de compra por parte del Servicio Nacional de Productos Agrarios (SENPA). Para propiciar el cultivo del maíz se ha ofrecido un crédito para adquisición de fertilizantes de 20.000-30.000 pesetas por hectárea.

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