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'Buena suerte'

Pierre Mauroy encontrará, el sábado 10 de diciembre, en Buenos Aires, a varios jefes de Estado latinoamericanos de todas las tendencias y a los jefes de Gobierno de la Europa socialdemócrata, al asistir a las ceremonias de investidura del nuevo presidente argentino, Raúl Alfonsín. El vicepresidente Bush representa a Reagan y la URSS tendrá su delegado. Todos, tanto del Este como del Oeste, se apresuran a aplaudir la vuelta de la democracia a Argentina, y sin duda Alfonsín necesitará de toda la comprensión y de toda la ayuda posibles para enfrentarse a la pesadísima herencia legada por los militares.Hay que desear buena suerte a Argentina, en el umbral de una nueva era, colmada de esperanzas, pero también de dificultades, y saludar como es debido la recuperación de la dignidad de un pueblo argentino hace largo tiempo burlado, oprimido, humillado y sumido en una crisis multiforme y de una amplitud desmesurada a causa de la impericia y la arrogancia de los gobernantes con galones. Alfonsín es radical. Pero el radicalismo argentino tiene una trayectoria muy particular, y el contexto socioeconómico del país es tan original que no resulta fácil extraer analogías precisas con las ideologías europeas.

(...) Por primera vez desde hace cuatro decenios, los militares noaparecen, directa ni indirectamente, como los dueños de la escena política. Y, por primera vez también, el peronismo no es la única solución de recambio a un régimen militar. Desde este punto de vista, el cambio en Buenos Aires es realmente histórico.

Pero no es seguro que los peronistas estén dispuestos a colaborar a la reconstrucción nacional o a practicar una oposición constructiva. (...) No está tampoco garantizado que los militares, que. han proclamado su autoamnistia antes de las elecciones generales, no traten de influir de una u otra manera en las decisiones del Gobierno. (...)

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Las cuestiones económicas y sociales son prioritarias y graves. Una inflación que ha alcanzado un índice del 400% este año. Una deuda exterior de 43.000 millones de dólares: la tercera en importancia de América Latina. Un paro que supera el 10% de la población activa. El margen de maniobra de Alfonsín es reducido. Pero su éxito o su fracaso pueden condicionar la evolución democrática de los países vecinos, ante todo la de Uruguay y Chile.

10 de diciembre

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