La CIA perdió en 1982 una amplia red de información en la OLP por la evacuacion palestina de Beirut

La evacuación de Beirut por la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), en agosto de 1982, privó a la Agencia Central de Inteligencia norteamericana (CIA) de una red de información "amplia y muy productiva" entre los dirigentes palestinos y combatientes en Líbano, según fuentes de la Administración norteamericana en Washington. Las mismas fuentes aseguran que la desaparición de la red de espionaje ha perjudicado las operaciones díplomáticas y militares estadounidenses en la zona.Pese a que, durante años, EE UU se ha negado oficialmente a tratar directamente con la OLP, las relaciones de la CIA con miembros de esta organización recibieron la aprobación de sucesivas Administraciones norteamericanas desde los tiempos de Nixon, por lo menos. La red de información proporcionaba datos sobre los acontecimientos políticos y militares en Oriente Próximo, especialmente en Líbano, y constituía el único caudal de datos dignos de razonable credibilidad sobre las "organizaciones terroristas" y los grupos militantes chiitas.

Tras la evacuación de los combatientes palestinos de Beirut, la CIA fue incapaz de reconstruir el servicio de información perdido. El problema fue agravado el pasado abril, cuando la mayor parte del personal de la CIA en Beirut, incluido el experto en Oriente Próximo, Robert Ames, murió en el atentado sufrido por la embajada norteamericana.

Ausencia de datos de espionaje

Los análisis políticos sobre Oriente Próximo se han visto afectados indirectamente, ya que las fuentes de la OLP informaban de las rivalidades privadas entre dirigentes árabes y de otros datos que ayudaban a calibrar la situación en la zona. Las fuentes de la CIA habían sido usadas además, desde los tiempos de Nixon, como canal de comunicación con dirigentes árabes y palestinos.La seguridad de los ciudadanos norteamericanos en la zona se resintió por la evacuación, ya que los combatientes de la OLP "ofrecían la verdadera seguridad para la Embajada", en parte impidiendo a otros grupos que atacasen a los estadounidenses y en parte avisando, cuando los ataques terroristas parecían inminentes.

Los marines norteamericanos, que llegaron al producirse la evacuación de la OLP, en agosto de 1982, han operado en la zona sin las ventajas de poseer un servicio de espionaje sobre los grupos armados. Algunos funcionarios creen que este factor puede haber contribuido a que se produjera el atentado del 23 de octubre contra el cuartel general de los marines en Beirut, que se saldó con la muerte 239 norteamericanos.

Algunos de los vacíos producidos en la red de inteligencia norteamericana en la zona se han cubierto con el uso de la vigilancia electrónica para controlar las comunicaciones. Fuerzas de la VI Flota realizaron un reconocimiento de los objetivos sirios antes del ataque aéreo estadounidense. Las fuentes creen, sin embargo, que la ayuda palestina hubiera ayudado a determinar la capacidad y precisión de las baterías sirias.