España, una presencia a medias

El ministro español de Defensa, Narcís Serra, y el presidente de la Junta de Jefes de Estado Mayor, teniente general Álvaro Lacalle Leloup, han seguido la política de silla caliente en las reuniones militares celebradas en el marco de la sesión ministerial de otoño de la OTAN. La decisión de congelar la integración española en la estructura militar de la Alianza hace que España, no tome parte activa en las decisiones presupuestarias sobre gastos de defensa y modernización convencional de los ejércitos aliados. En el comunicado final del Eurogrupo, España queda al margen de las "adquisiciones y mejoras de equipos militares previstas para 1984".El Eurogrupo ha incluido en su comunicado final un párrafo sobre los euromisiles, suscrito al 50% por España. El texto alude a la preocupación por la retirada de la URSS de Ginebra y a la esperanza de que vuelva, A partir de ahí, la declaración añade, sin el apoyo español, que los ministros que tomaron la decisión de 1979 siguen considerando su importancia actual, pero que los misiles pueden retirarse si se logra un acuerdo.

Refiriéndose a la eventualidad de que los misiles soviéticos apunten hacia España, el presidente del Gobierno, Felipe González, manifestó el lunes en TVE que le "cuesta creer que haya misiles apuntando a un país en el que no existen instalaciones nucleares".