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La obra de arte más cara de la historia se vendió en Londres por 1.900 millones de pesetas, tras dos minutos de puja

El manuscrito alemán del siglo XII fue adquirido ayer por el Gobierno de la República Federal

Un manuscrito alemán del siglo XllI fue vendido ayer en Londres en una subasta por unos 12.000.000 de dólares (unos 1.900 millones de pesetas) por la empresa Sotheby's, que tardó dos minutos en colocar el lote, informa Reuter. El manuscrito, la obra de arte más cara de toda la historia adquirida en una subasta, es el Evangelio de Enrique el León y fue comprado por el Gobierno de la República Federal de Alemania una fundación pública, los gobiernos de los estados de Baviera y Baja Sajonia y donantes particulares, a través de dos comerciantes de arte, uno norteamericano y otro británico. El récord anterior en la venta de una obra de arte estaba fijado en 6.400.000 dólares, pagados en Nueva York en 1980 por una tela de Turner titulada Julieta y su niñera, vendida también por la firma Sotheby's.

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Ni caro ni barato

El Evangelio de Enrique el León fue, adquirido por el Gobierno de la República Federal de Alemania a través de dos marchantes de arte. El ministro federal del Interior, el socialcristiano Friedrich Zimmermann (CSU), anunció ayer en Bonn que la compra fue posible gracias a la acción conjunta del Gobierno federal, de la Fundación del Patrimonio Cultural Prusiano, de los Gobiernos de los Estados federados de Baja Sajonia y Baviera, más las aportaciones de donantes particulares, informa José Comas.

Zimmermann apeló a los ciudadanos, instituciones y fuerzas económicas de la RFA para que con sus donativos contribuyan a reducir las cargas que sufrirá el erario público con esta adquisición. La obra tiene 226 páginas y contiene 41 miniaturas -31 de ellas de una página entera-, realizadas con incrustaciones de oro y plata, y su ejecución data del año 1175 aproximadamente, en la abadía de Helmarshausen. En el siglo XV el Evangelio fue reencuadernado lujosamente en la ciudad de Praga. El libro está considerado como "una de las obras de arte más importantes y valiosas de la cultura alemana", dijo Zimmermann.

En la subasta de Londres pujaron los representantes de Estados Unidos y la RFA, que consiguió recuperar el Evangelio, que volverá a Hannover, de donde había desaparecido misteriosamente hasta su reaparición ahora. Ayer circularon en Londres rumores, que fueron desmentidos, sobre la posibilidad de que el manuscrito fuera propiedad del ex rey Constantino de Grecia. El Gobierno de Baja Sajonia había tratado por vía judicial de oponerse a la subasta hasta aclarar la procedencia del Evangelio, pero el intento fracasó porque no se pudo demostrar que hubiese salido de la RFA después del año 1955, fecha en la que se prohibió la exportación de obras de arte.

El Gobierno de Bonn aportá seis millones de marcos (348 millones de pesetas); la Fundación del Patrimonio Cultural Prusiano, tres millones de marcos (174 millones de pesetas); 2,5 millones de marcos (145 millones de pesetas) proceden de donativos privados, y el resto, lo aportaron los Estados federados de Baja Sajonía y Baviera.

El Evangelio se conservará en la catedral de Braunschweig (Baja. Sajonia) y quedará abierto a la contemplación del público y a los trabajos de investigación de científicos.

Zimmermann agradeció expresamente la colaboración del banquero alemán Hermann Abs, "que con su visión y habilidad actuó en la subasta de Londres como abogado de los intereses alemanes. Sin su intervención, la acción conjunta para la consecución del Evangelio no habría sido posible".

El banquero Abs, un anciano de 82 años de aspecto simpático, es presidente de honor del mayor banco de la RFA, el Deutsche Bank, y está considerado como un gran mecenas artístico. Abs hizo publicidad en la televisión para una marca de cerveza, y lo que cobró por el anuncio, 130.000 marcos (7,5 millones de pesetas), lo entregó para la conservación de la, casa de Beethoven en Bonn.

Datos sobre la subasta

Los compradores directos de la obra declararon ayer en Londres que el precio por el que se habían hecho con el manuscrito miniado, realizado por un monje benedictino para Enrique El León en el año 1175, había resultado "una verdadera ganga". Dichos compradores son el marchante de arte norteamericano Hans Peter Kraus y la compañía londinense Barnard Quatrich, dedicada también al comercio artístico.

Kraus, un marchante de 77 años radicado en Londres y de origen austriaco, explicó después de la subasta que el precio pagado había sido muy barato: "Yo estaba preparado para llegar a un precio mucho más alto". La casa de subastas consideraba este manuscrito como la obra de arte más importante entre las que han salido a subasta en este siglo. Un experto de Sotheby's declaró ayer que la obra vendida "es un museo completo del arte del siglo XII".

Los Evangelios de Enrique el León están tan bien conservados que los expertos creen que rara vez fueron abiertos durante sus 800 años de historia. Según los que ayer vendieron la obra, estos son los manuscritos bíblicos mas suntuosos hechos en la Edad Media. Quien los encargó, Enrique el León (cerca de 1129-1195), duque de Sajonia, conde de Braunschweig, duque de Baviera, soberano de antiguo linaje, conquistador y cruzado, fue fundador de Munich y propietario de inmensas tierras en Alemania, Escandinavia, Austria y Lombardía. Fue considerado como un gran personaje de la Caballejía Alemana. Durante la década de 1160, Enrique el León participó en la causa de Enrique II de Inglaterra contra Tomás Becket y el Papa Alejandro III en las luchas político-religiosas de aque llos años. En 1168 se casó con Matilde, primogénita de Enrique de Inglaterra y hermana de Ricardo Corazón de León y del rey Juan.

El manuscrito vendido ayer fue iluminado para Enrique y Matilde por el monje Herimann, en la abadía benedictina de Helmarshausen (al suroeste de Braunschweig) entre 1173 y 1175. Había sido encargado como regalo para la catedral de Braunschweig). Sin embargo, los evangelios se encuentran fuera de Alemania desde el siglo XIV, ya que probablemente fueron llevados a la catedral de Praga por el emperador Carlos IV (1316-1378). En esta ciudad, durante este período, fue donde el manuscrito recibió su actual encuadernación-relicario del siglo XVI completada con las reliquias de San Segismundo y San Marcos bajo placas de cristal de roca. En 1861 fue adquirido por el rey exiliado de Hannover y años más tarde, llevado al castillo de Cumberland en la localidad austríaca de Gmunden, de donde desaparecieron poco antes de la Segunda Guerra Mundial. Nunca se supo dónde estuvieron durante esos años.

El libro muestra el estilo de los esmaltes, vidrieras y orfebrería por los que Helmarshausen era famosa, pero como manuscrito en sí mismo, está considerado como uno de los seis mejores de Alemania. Consta de 31 miniaturas ejecutadas a toda página tamaño folio, con encuadernación relicario del siglo XVI. La iconografía es tan rica que se necesitarán muchos años de investigación para ser clarificada. El manuscrito está considerado como el gran logro del arte regio alemán, aunque tiene influencias bizantinas.

Uno de los folios del manuscrito, que representa a Enrique y Matilde siendo coronados por Cristo, es una de las imágenes más grandiosas de todo el arte medieval. La vida del siglo XII en una de las cortes medievales más rica, se describe en las escenas representadas y tienen importancia también los retratos recogidos. Aparecen, aparte de Enrique el León y su esposa, emperadores alemanes, Enrique II de Inglaterra (quizá es el único retrato contemporáneo de este personaje) y la efigie más antigua de Tomás Beckett, ya que la más antigua conocida hasta la fecha era un retrato datado en 1176.

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