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Shamir considera la cooperación militar con EE UU una advertencia a Moscú y Damasco

La creación de un comité conjunto de cooperación militar entre Estados Unidos e Israel es considerado por el primer ministro israelí, Isaac Shamir, como "un claro mensaje hacia la Unión Soviética" y una advertencia "para que Siria retire sus tropas de Libano".

Los detalles del acuerdo, que incluye donaciones a Israel para compras de material militar a EE UU, la celebración de maniobras conjuntas y la reanudación del suministro de bombas de fragmentación, se fijarán en el curso de la primera reunión, en enero de 1984, del nuevo comité conjunto. Ronald Reagan recibirá hoy en la Casa Blanca al presidente de Líbano, Amin Gemayel."Este comité", dijo ayer el presidente Reagan, "dará una atención prioritaria a la amenaza que supone para nuestros intereses comunes el incremento de la escalada soviética en Oriente Próximo". El acuerdo, concluido al término de dos sesiones de reuniones en Washington entre Reagan y Shamir supone también para el presidente norteamericano mejorar las relaciones con la comunidad judía estadounidense, cuya influencia es decisiva en un año preelectoral en Estados Unidos.

Norteamericanos e israelíes ya establecieron en septiembre de 1981, durante la visita del entonces primer ministro, Menájem Beguin, un acuerdo de cooperación militar. Pero la ocupación, meses después, de los altos del Golán por el Ejército israelí paralizó el acuerdo. La llegada de Shamir a la dirección del Gobierno judío, la escalada de violencia en Líbano (con atentados mortales contra la Embajada de EE UU y los marines en Beirut) y la negativa siria a retirar sus tropas de Líbano han creado un clima favorable para que EE UU e Israel abran una nueva era de cooperación capaz de inquietar al mundo árabe.

Las grandes líneas del nuevo acuerdo conjunto incluyen los siguientes puntos. EE UU abre una línea de donaciones por valor de 1.275 millones de dólares (Israel pedía 1.700) para la compra de material militar norteamericano con destino al Ejército israelí. Washington facilítará también tecnología militar para la fabricación en Israel del nuevo avión de caza Lavi. La Administración Reagan levanta el embargo que existía para el envío al Ejército israelí de bombas de fragmentación, anteriormente utilizadas por Israel durante su campaña de ocupación de Líbano. Habrá maniobras conjuntas, aéreas y navales, entre ambos países. Se estudiará la creación de una zona de libre cambio comercial que permitirá la libre entrada al mercado norteamericano de los productos israelíes.

La amplitud de los principios del nuevo acuerdo, que se irá concretando a lo largo de reuniones semestrales del comité conjunto, supone un giro histórico en las relaciones entre Estados Unidos e Israel, un cambio de sentido que puede inquietar y complicar las relaciones de Washington con las capitales árabes moderadas. Pero la Administración Reagan, a pesar de las diferencias de puntos de vista entre el Pentágono y el Departamento de Estado sobre la necesidad o no de formalizar un acuerdo tan amplio con Israel, parece haber optado por Israel como mejor aliado para frenar lo definido por Reagan como "el expansionismo soviético en Oriente Próximo".

El embajador de la Liga Árabe en la ONU, Clovis Maksud, manifestó ayer que el acuerdo "es un paso deliberado para trasladar el conflicto regional a un marco de confrontación entre las dos superpotencias".

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